Estuvieron reunidos y el gremialista, presidente en Independiente,
se llevó una buena impresión. Pero algunas posturas públicas del conductor
generan reparos.
Ganadores. Matías Lammens (adelante) y Marcelo Tinelli
(atrás), muy sonrientes. El presidente y el vice de San Lorenzo tuvieron un
agitado día de negociaciones. Tony Gomez/DYN
Por Eduardo Paladini.
Se llevan 16 años. Menos de lo que muchos pueden suponer a
golpe de vista. Pero la distancia se agranda cuando se repasa el perfil
público. El fútbol los acercó. Y también los enfrenta. Hugo Moyano (71) y Marcelo
Tinelli (55), líder gremial y empresario de medios, presidente de Independiente
y vice de San Lorenzo, quedaron en estas horas como las caras más famosas y
visibles de una puja millonaria: el manejo del fútbol. Un negocio
multimillonario.
La venia del camionero fue clave para destrabar la
resistencia de un grupo de dirigentes a darle al menos chance a la (no tan)
nueva ambición de Tinelli de conducir la AFA. Ese aval, sin embargo, no selló
una alianza irrompible. En parte, por los reparos de Moyano con el conductor. Y
ya no se trata de estilos: según pudo reconstruir Clarín, el jefe de la CGT
anti K mantiene dudas sobre el entorno y algunas contradicciones que dice haber
constatado en Tinelli.
Un poco de historia reciente: el plan del vice de San
Lorenzo para quedar habilitado como candidato -se discutía una cláusula legal
sobre los años como dirigente que se necesitan como requisito- encontró un
freno en un grupo de clubes, cuya primera cara visible era el actual titular de
la Asociación, Luis Segura, que aspiraba a su reelección. Por una relación
entre los clubes que se fue desgastando -con la suma de pujas menores, como la
del pase del delantero Albertengo-, Independiente quedó amontonado de ese lado.
Y uno de los puntales de la resistencia pasó a ser el ahora "famoso"
Claudio Chiqui Tapia; presidente de Barracas Central, pero también (¿sobre
todo?) yerno de Moyano.
Claudio "Chiqui" Tapia, titular de Barracas
Central y yerno de Moyano.
Tanto creció la figura de Tapia que empezaron a contraponerlo
como candidato anti Tinelli. Además de su fluida relación familiar con el líder
gremialista -no así con su cuñado, Pablo, con quien está duramente enfrentado-,
al Chiqui le reconocen manejo sobre un grupo de clubes del ascenso. Clubes =
votos para una eventual asamblea de AFA donde deban decidirse cuestiones
electorales del fútbol.
El aval que finalmente dio Moyano para destrabar el acuerdo
no despejó, sin embargo, algunas dudas centrales que le quedan sobre un
eventual Tinelli presidente. ¿Cuáles son?
- ¿Es kirchnerista o antikirchnerista? Después de charlar
cara a cara con el conductor, tiempo atrás, Moyano había quedado impresionado
por las críticas al Gobierno nacional. Pero a los días de aquella conversación,
en la que el camionero creyó ver a un aliado anti K, Tinelli se reunió con
Máximo Kirchner. El giro aún le hace ruido.
- ¿Viene a mejorar el fútbol o a hacer negocios? Más allá de
compartir el diagnóstico sobre el estado actual del deporte que apasiona a los
argentinos, con clubes semifundidos, Moyano y su entorno dudan hasta dónde
llegarán las ambiciones del conductor. Se preguntan por su relación con
Cristóbal López, a quien dicen haber visto festejar por el posible desembarco
de su socio en AFA. El zar del juego, se sabe, ya imaginó varias vías -apuestas
online, comercializar partidos de la selección- para comerse un pedazo de la
torta con forma de pelota. La plata del Fútbol para Todos es parte de esa pelea
futura, pensando en el próximo gobierno. ¿Lautaro Mauro, el amigo en común de Tinelli
y Scioli es una alternativa para manejar ese millonada de reparto?
- ¿Será el presidente de todos los clubes o favorecerá a San
Lorenzo? Si hay algo en lo que el conductor de ShowMatch mostró sabiduría es en
el manejo de su repercusión pública para dejar trascender sus enojos. Esto no
es bien visto por algunos de sus pares. Se refieren básicamente a sus críticas
en el programa de baila y los tuits donde Tinelli no tuvo problemas en
cuestionar online arbitrajes que, en su opinión, perjudicaban al club de sus
amores.
El acuerdo al que se arribó hasta ahora, pateó la pelota
hasta marzo del año próximo, cuando se elegirían a las nuevas autoridades. Cómo
se encaminará la relación entre dos de los hombres más poderosos del fútbol es
un partido aún abierto. Como gesto de buena voluntad, apenas sellada la paz,
Tinelli lo invitó al Chiqui al piso de ShowMatch. Baile, chicas, glamour. El
yerno de Moyano se tentó. Le sugirieron no ir. Ya era demasiado.
Fuente Clarín
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