Cristobal López.
Foto: Archivo
Por Pablo Fernández Blanco
Cristóbal López y Fabián De Sousa, los dos máximos
propietarios del grupo Indalo y allegados al Gobierno, endulzaron semanas atrás
los oídos de Marcelo Tinelli con una danza de millones de pesos que llegarían a
la AFA si se pone en marcha el plan que ellos proponen para televisar el
fútbol. El conductor, que esta semana obtuvo la aprobación para presentarse
como candidato a presidente del máximo organismo del fútbol local en las
elecciones del 1° de marzo de 2016, escuchó con atención la propuesta. No era para
menos: no sólo provenía de sus socios mayoritarios en la productora Ideas del
Sur, sino de los jerarcas que construyeron un imperio económico compuesto por
medios de comunicación, empresas alimenticias, metalúrgicas y petroleras.
Además, con otros socios, López es dueño de la mayor parte del negocio del
juego en el país a través de Casino Club.
Indalo quiere quedarse con entre un 80 y un 85 por ciento de
un canal que se llame AFA TV, que fue anunciado en el pasado, pero hasta ahora
no prosperó. Su contenido será monolítico: fútbol argentino las 24 horas, todos
los días. En la imaginación de los ejecutivos de Indalo que trabajan en el
proyecto, la idea es que por allí se pasen todos los partidos locales. Esa
señal, a su vez, podrá comercializar el fútbol con otros canales o empresas,
por ejemplo, los operadores de televisión por cable, un segmento dominado por
Cablevisión, del Grupo Clarín.
A quien los consulte, ambos empresarios resumen la propuesta
en una cuenta muy sencilla. Si la nueva empresa cobrara un abono de $ 40
mensuales para transmitir la señal de AFA TV, embolsaría $ 480 anuales, según
el relato de un hombre de Indalo. En el país hay unos 11 millones de hogares
que ven televisión a través de un servicio pago. La empresa descarta que
prácticamente ninguna familia sostendría esa prestación si no le ofreciera el
fútbol. Un hombre de su máxima confianza, que trabaja directamente en el
proyecto, ignoró los favores de la Televisión Digital Abierta (TDA), que
transmite los partidos, y sostuvo que "nadie en la Argentina ve el fútbol
gratis. Lo hacen por el cable. Y el cable no puede no tener fútbol". Por
lo que están listos para cosechar $ 5280 millones al año.
Un discurso a la medida de las necesidades del fútbol
argentino según el diagnóstico que hizo el jueves pasado el conductor
televisivo. Según Tinelli, los ingresos que recibe la organización son bajos, y
el 75% corresponde al ingreso de los derechos por el Fútbol para Todos, que
este año aportará $ 1440 millones. "Debemos duplicar o triplicar los
ingresos", reclamó.
El número que propone López parece suficiente para pagar las
cuentas urgentes de los clubes de fútbol y algunas más. Por caso, el programa
Fútbol Para Todos, que financia las transmisiones de ese deporte (la mayor
parte va a los clubes), tiene hasta ahora un presupuesto de 1634 millones de
pesos, alrededor de un tercio de lo que ofrece López.
También le ahorraría un dolor de cabeza a quienes arman el
presupuesto de la Nación. Desde su creación, el Fútbol para Todos demandó unos
$ 7500 millones, un lastre importante para el resultado económico, que desde
hace años acumula déficits.
Los hombres de López creen que tienen la fórmula perfecta,
que sólo podría contaminarse por los avatares de la política. Desde que Néstor
Kirchner ordenó eliminar la publicidad del Fútbol para Todos, tras un partido
entre Independiente y su Racing que emitió propaganda de Daniel Scioli en un
momento en que la relación entre ambas partes andaba mal, las transmisiones
televisivas se convirtieron en una trinchera inexpugnable para otros intereses.
Pero si hay alguien en condiciones de traspasarla es López, el hombre de
negocios más cercano al Gobierno y con contacto directo con el secretario legal
y técnico, Carlos Zannini.
De todas maneras, el empresario se caracteriza por su
paciencia para los negocios. Lo demostró en otro sector, como el petrolero. En
mayo de 2013 tenía todo listo para hacer la mejor oferta para quedarse con los
activos de Petrobras en la Argentina (antes ya le había comprado una red de más
de 360 estaciones de servicio y una refinería), pero Brasil le bajó el pulgar.
Dos años después, Indalo prepara otra vez una oferta para quedarse con esa
empresa, que presentará el 28 del actual. En su entorno sostienen, sin embargo,
que será difícil que el fútbol se sostenga así hasta 2019, cuando vence el
contrato de la AFA con el Estado.
Fuente Cancha Llena
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