Por Julián Barral.
El conjunto dirigido por Mauricio Pellegrino mostró un flojo
desempeño en su debut por la Copa Sudamericana y quedó tablas ante los de
“Caruso”, con un gol de Julián Vitale.
En el comienzo del camino que todo hincha quiere transitar,
los “Diablos” no mostraron su mejor cara en el primer partido internacional y
firmó el empate ante un conjunto “ferretero” que lo complicó mucho y pudo
merecer algo más.
Los “Rojos”, que venían de un empate en San Juan”, quisieron
sacar chapa de su mote de “candidato”- por lo menos entre los equipos
argentinos- ante un rival que viene de capa caída en el torneo doméstico. El
técnico de la visita, mostró su clásico 4-4-2, que algunos resultados logró
darle- a la espera de cosechar un buen resultado en Sarandí. Ante la euforia de
la hinchada celeste y roja, los dirigidos por Lombardi, salieron a la cancha de
mostrar que no iban solo a jugar y que la copa también puede ser objeto de
deseo.
El que tomó la iniciativa fue el local, que con una presión
alta y una marca pegajosa hacia Jesús Méndez, entendiendo que era el hombre a
quien debían rodear para que la visita no pase la mitad de la cancha, llevaron
peligro hacia el arco del “Ruso” con remates desde afuera del área y centros
que llovieron a mansalva.
Poco de fútbol en los primeros minutos hasta que, en un tiro
libre ejecutado desde el sector izquierdo a favor de los del viaducto, cayó en
la humanidad de Lértora que, desde la medialuna y sin marca, acomodó en el aire
con la cabeza y clavó un derechazo furioso que se coló en el ángulo e hizo
delirar a toda la hinchada.
Poco mostró la visita en la primera mitad, que fue tibio a
la hora de atacar y nunca encontró sociedades ni desbordes claros para abastecer
a los delanteros. La última chance en los primeros 45, apareció luego de un
cambio de frente de Pisano que capitalizó Albertengo y, aunque su control fue
largo, dejó tirado al arquero y su remate fue desviado por un defensor rival
hacia el córner.
En la parte complementaria, y con el ingreso del “Cebolla”
Rodríguez, Independiente fue con mayor determinación para buscar el empate y
jugó casi toda la segunda parte en el campo rival, ante un adversario que
esperaba agazapado para salir de contra.
Con más coraje que con ideas claras, los de Pellegrino
lograban aproximarse cada vez más al arco defendido por Limia hasta que en un
momento logró quebrar la barrera. Luego de un despeje, Julián Vitale atrapó el
balón y sacó un derechazo que venció al uno local y trajo el empate y la calma
para sus compañeros.
El cotejo culminó con ambos equipos lanzados en busca de la
victoria desordenados y sin claras variantes para impactar ante la red. La
última jugada de riesgo fue para el local, que llevó peligro con un cabezazo
dentro del área que Diego Rodríguez sacó de forma espectacular a pierna
cambiada.
Luego de tres minutos de adicionamiento, el juez Leandro
Vuaden, que tuvo una noche complucada luego de no sancionar un claro penal a
favor del “Rojo” y dejar pegar mucho, dictaminó el final y el marcador culminó
en tablas. El “Rey de Copas” no apareció como tal y queda con una sensación
agridulce por la forma en que jugó, pero con la ventaja de cara a la revancha,
donde definirá en su palacio.
Fuente El Gran Campeón
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