Independiente, después del temblor
Por Pablo Vignola
Parado sobre la última recta rumbo al debut en la Copa
Sudamericana, Independiente iniciará la segunda etapa del todavía fresco
proceso de Mauricio Pellegrino. Y la misma consiste en asimilar los efectos de
los primeros tropezones del equipo, después de un arranque signado por el
éxito.
Recordemos: después de seis presentaciones con victorias y
apenas un gol en contra, llegaron un par de resultados que le nublaron un cielo
que, hasta el momento, sólo se destacaba por la brillantez de su sol radiante.
Derrota con Lanús (0-2) y eliminación de la Copa Argentina
que empezaba a generar el cosquilleo del entusiasmo; y, tres días más tarde,
empate frente a San Martín de San Juan (1-1) que interrumpió la marcha triunfal
que le había permitido descontarle puntos al pelotón de proa en la tabla del
torneo y lo estancó en el 7º puesto (pero ahora más lejos de los punteros, de
Racing y de Rosario Central).
Una atmósfera diferente; de seis jugados seis ganados,
a sólo un punto de seis y tres goles en
contra en dos partidos, con los daños colaterales mencionados. Circunstancia
que encamina al plantel rumbo a un nuevo examen de personalidad para saber cómo
asume el tropiezo y de qué manera encara el camino que queda por delante.
Y también le corresponderá a Pellegrino reorganizar sus
objetivos; en su análisis privado sabrá si hizo bien en preservar a los
titulares para el juego en San Juan, en la competencia que más crédito había
acumulado.
Es decir, los triunfos en serie habían fortalecido las
chances del Rojo en el torneo y, en los papeles, parecía recomendable proteger
ese caudal que empezaba a acumular. Si había que hacer descansar a los
futbolistas titulares, tal vez hubiera sido menos arriesgado hacerlo en la Copa
Argentina, máxime teniendo en cuenta la floja actuación colectiva que había
ofrecido en el partido ante Defensa y Justicia. Pero claro, ese balance
corresponde a la intimidad del entrenador que, además, ya no puede volver sobre
sus pasos.
Pero como decíamos al principio, hora empieza otro capítulo.
El miércoles, en Sarandí, será el debut en la Sudamericana que, por fixture y
prestigio, parece acomodado en un lugar de privilegio en el podio de los
objetivos de Independiente. Por estas horas, Pellegrino deberá resolver cuál
será el equipo (los apellidos) más apto para encarar esta nueva experiencia,
mirando de reojo los próximos compromisos del torneo local (Estudiantes de
local, Huracán de visitante y nada menos que Racing, en casa) sabiendo que
entre los de arriba, salvo Belgrano, todos se sacarán puntos entre sí.
Un dato extra: en estos momentos, Independiente es el último
de los cuatro clasificados a la Liguilla Pre-Libertadores (si finalizará así el
torneo, debería enfrentar a Racing en condición de visitante el único partido
de semifinales); para cambiar esta ventaja deportiva debería superar en la
tabla a Rosario Central que ahora le lleva tres puntos.
Fuente Diario Popular
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