Todos quedaron estáticos en los goles de la Academia.
La última línea del Rojo repitió errores que tuvo en el
torneo pasado al tirar mal el achique.
A trabajar.
Achicar sin presión es un suicidio. No podemos seguir
cometiendo ese error”. El diagnóstico que Jorge Almirón había hecho en el
epílogo del torneo pasado fue certero. El error estratégico se reiteró en
varias oportunidades. Desde que comenzó la pretemporada, el técnico hizo
hincapié en las prácticas en corregir ese indisimulable déficit, pero la
defensa volvió a quedar mal parada en el amistoso ante River y ayer frente a
Racing. Una cosa es tropezar dos veces con la misma piedra, pero hacerlo en
forma rutinaria denuncia una patología que amenaza y atenta contra las
pretensiones de un equipo que aspira a culminar el 2015 bordando otra estrella
en el escudo.
Los cambios de intérpretes y de esquema (Independiente ha
jugado con línea de tres, de cuatro y de cinco) no alteraron lo que ya parece
ser una tendencia irreversible. Es cierto que sería un error fragmentar el
análisis y soslayar que se trata de un problema estructural, pero la defensa
volvió a tirar mal el achique frente a Racing. Quedó en evidencia a las 10’ del
primer tiempo, cuando Acuña miró al último hombre para escaparse sólo entrando
por derecha. O a los 21’, cuando Milito recibió sólo tras un pelotazo y el juez
de línea falló al levantar el banderín. Almirón sigue insistiendo para que le
traigan un central contemplando que Cuesta y Aguilera son lentos e
incompatibles. Por ahora no hay candidatos. Mientras aguarda por Toledo y
Tagliafico, el Rojo sufre a la defensa del Diablo.
Publicó Olé
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