Para ser campeón, Independiente debe contar con ambición y
personalidad
Por Rodrigo Tamagni
Ante Sarmiento fue uno de esos partidos que debe servir como
quiebre, por lo bochornoso del rendimiento en un contexto que debe contemplar
el lugar y rival. Independiente volvió a ser un equipo inexpresivo, que terminó
sufriendo para lograr un punto contra un contrincante que viene de ser bailado
en su casa. Para pelear arriba, el técnico debe tener un poco de codicia y los
jugadores temple
No se trata de exitismo, sino de exigencia. El análisis, más
allá de los goles que hayan ingresado o no en un arco u otro, será siempre el
mismo frente a esta contingencia: Independiente no puede ser tibio contra
equipos de menor envergadura, y mucho menos de local. Más allá del resultado,
debe haber un mensaje claro para la cabeza del grupo y sus dirigidos.
Almirón tendrá que ser más ambicioso de ahora en adelante
cuando la situación lo amerite y los jugadores entender que si las cosas no
salen con fluidez, habrá que apelar a la personalidad y el temple para superar
psicológicamente al rival. En el 'Libertadores de América', el que ganó la
batalla freudiana fue Sarmiento, que esperó todo lo que necesitó y se aprovechó
de las piernas dubitativas de los nuestros ante las urgencias de la tribuna.
El contexto jugó en contra de nuestros futbolistas y ellos
deberán entender que el alrededor y sus emociones no van a cambiar, por ende
tendrán que aprender a convivir con la presión del hincha que requiere,
insaciablemente, pelear en lo más alto. No se trata de cortar cabezas o pedir
renuncias a esta altura del torneo, sino de generar la debida llamada de
atención luego de un papelón.
Desde lo futbolístico, la mirada debe comenzar en el
vestuario: no estuvo acertado el entrenador en apoyar a Papa –lo más flojo en
el debut– como mediocampista de local ante Sarmiento de Junín. Pero más allá de
esto, en lo global a Independiente le faltó contundencia y no estuvo
debidamente fino. No habrá 30 rendimientos altos a lo largo del 2015, por ende
cuando se presente esta eventualidad habrá que ganar por demolición. Y por
momentos parecemos pecar de amistosos.
Paradójicamente, Pisano jugó mejor el primer tiempo, pero no
así el equipo. En el segundo tiempo cayó un tanto su nivel y el equipo, con más
voluntad que ideas, intentó ser más punzante. Esta reacción, endeble por
cierto, se puede emparejar a los ingresos de Benítez y Valencia. Lo llamativo
de esto, es que Benítez, que quizás mostró su mejor rendimiento en
Independiente, fue el encargado de manejar el ataque. Grave equivocación.
Hay que ajustar urgente las tuercas, porque si bien estamos
en el comienzo del torneo estos resultados tontos se terminan pagando demasiado
caro.
Fuente Play Fútbol
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