Por Sebastian Gonzalez
Ya no hay más excusas. Llegaron todos los jugadores que
quería el entrenador y mucho más de lo que la gente imaginaba.
Hace no mucho tiempo atrás, el club era un desastre. Los
predios devastados, escuelas con paros constantes, el equipo naufragaba en la B
Nacional y volvió a Primera sin sobrarle nada y en los entrenamientos, siempre
con custodia policial. Con la llegada de la Nueva Comisión Directiva, la
situación rápidamente fue tomando otro tinte.
Un equipo que con la llegada de Jorge Almirón -más allá del
rendimiento futbolístico- logró cosechar 33 puntos. Un plantel que fue
reforzado como hace mucho tiempo no recordamos. Porque en el ambiente, casi
todos los clubes grandes negociaron por Lucas Albertengo. Sin embargo,
Independiente fue quien logró incorporarlo.
Y ni hablar de Nicolás Tagliafico. El defensor de Banfield,
fue la vedette de los mercados de pases y el Rojo cerró su vínculo con el
futbolista. Más Emiliano Papa -de una vasta trayectoria-, Gustavo Toledo y
aquellos que Jorge Almirón se encargó de recomendar.
Es un buen momento para comenzar a dar el salto. Y en este
martes, el DT ya debe especular con la posibilidad de ponerlos desde el
arranque en Rosario. Es cierto que durante la etapa del entrenador en
Independiente, no le tembló el pulso a la hora de darles a los nuevos su chance
desde el primer momento.
Y con los bajos rendimientos de Néstor Breitenbruch y Lucas
Villalba, sumados a la expulsión de Emanuel Aguilera no sería una mala idea
tenerlos para la primera fecha. Con la continuidad de Federico Mancuello, más
un banco que le dará variantes y obligará a levantar a aquellos que estén
bajos.
Se viene otro Independiente. El clima que se observa en las
prácticas es alentador y si el equipo gana en Rosario frente a un rival siempre
difícil, sería un gran primer paso. Ya es momento de que lleguen los buenos
tiempos.
Fuente Infierno Rojo

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