El gol de Benítez, el primero oficial del Rojo en el
2013. ¿Cuántos más llegarán? (Daniel Feldman)
Por Vicente Muglia
Independiente fue uno de los equipos con peor promedio
de gol en el 2012 y el Tolo busca contundencia para ganar: “Hay que meterla”.
No podemos depender de uno o dos jugadores para hacer
goles”.
El diagnóstico, certero y lapidario, salió de la boca de Osmar
Ferreyra, en una reciente declaración ante los medios. Y encierra, a 48 horas
del debut contra Newell’s, la principal preocupación de Américo Gallego.
En
realidad, no sólo del Tolo sino de todo Independiente.
Los números no
mienten... En el 2012, el Rojo fue uno de los equipos que menos goles
convirtieron en el fútbol argentino.
Y el arranque de este año no fue muy
alentador que digamos: el team del Tolo no la metió en los tres amistosos de
verano. Por ese motivo, para sumar los puntos que necesita para zafar del
descenso, se vuelve primordial que haga con bastante mayor frecuencia lo que
hizo Martín Benítez el domingo contra Tigre: romper el arco.
A principios del 2013, pensando en Daniel Montenegro y
en un segundo refuerzo que fuera un delantero, Gallego se tenía fe para elevar
el bajo promedio de gol. No sólo por los tantos que pudieran aportar el Rolfi y
la otra incorporación (finalmente ayer firmó el colombiano Juan Caicedo) sino
porque ambos jugadores abastecerían, en teoría, a un Ernesto Farías que en el
torneo pasado no pareció estar bien rodeado.
“No le llegaba la pelota”, remarcó
el DT sobre el Tecla durante este receso. Pero sabe que ahora con Montenegro
habrá menos excusas. “Rolfi me tiene que aportar siete, ocho goles y Farías
también, eh...”, subió la vara el entrenador.
El Tecla, que desde que llegó a
Independiente bajó el buen promedio que tenía en su carrera de un gol cada dos
partidos, sabe que la lupa se posará sobre él. En la práctica de fútbol de
ayer, a puertas cerradas, hubo una buena noticia: los dos goles del equipo
titular fueron convertidos por el 9.
Ya recuperado del tirón que lo dejó afuera
del partido contra Tigre, y sin polémicas a la vista sobre dicha ausencia,
Farías apunta a mejorar la imagen que dejó en el Inicial, cuando estuvo 834
minutos sin poder hacer un gol. Así y todo, en dicho torneo, quedó al desnudo
la falta de variantes ofensivas del Rojo ya que el Tecla igual terminó como
goleador del equipo, con cinco gritos de los 16 que convirtió Independiente.
En el 2002, aquel equipo campeón con Gallego como DT,
Silvera fue el goleador con 16 tantos. Pero el equipo convirtió 48 goles con el
aporte de varios jugadores. A eso apunta el Tolo: “Todos tienen que llegar al
gol, los volantes también. El equipo genera situaciones, llega al arco pero nos
falta lo más importante: meterla”.
Fuente Olé

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