Los hinchas del Rojo, desde temprano, abrazaron el
Libertadores de América por un bono. (Diego Díaz)
Por Debora D’amato
El plantel y el cuerpo técnico del Rojo se sumaron a la
movida del club para llegar a los 100.000 asociados. En tanto, los
simpatizantes coparon el estadio y agotaron los tickets de las generales para
el clásico ante Racing. Tremendo.
La unión hace la fuerza y sellar el sentido de
pertenencia con actos, hace a la unión.
Es una ecuación tan simple como
posible. Y ayer por la mañana, mientras miles de socios de Independiente hacían
fila esperando retirar los bonos para poder ir al clásico del domingo contra
Racing, los jugadores y el cuerpo técnico devolvieron la gentileza y se
hicieron socios.
¡Sí, señor! En el estadio Libertadores de América, los socios
explotaron las boleterías (recién hoy se venderán las plateas -sólo para socios
con carnet y cuota al día-) y en Villa Domínico, el Diablo Bus dijo presente.
Américo Gallego y sus muchachos hicieron la fila, llenaron el formulario y se
sacaron la foto digital y obtuvieron su carnet rojo. De esta manera se sumaron
a los más de 84 mil socios que ya tiene el club, soñando alcanzar, lo más
rápido posible, los cien mil.
Esa es la meta y el plantel quiere concientizar a
los hinchas que la mejor manera de ayudar al club, es pagando la cuota mensual.
Por eso, ellos también se sumaron.
“El hombre no puede sobrevivir, salvo mediante su
propia mente. Llega desarmado a la Tierra. Su cerebro es su única arma”, cita
la filósofa rusa Ayn Rand.
Y viene como anillo al dedo para el trabajo
minucioso que viene haciendo Américo Gallego con sus muchachos. “Esto lo
sacamos todos juntos, tirando para el mismo lado”, asegura el Tolo, una y otra
vez. Y si se trata de motivar, el técnico es un especialista, no dudó ni un
instante en sumarse a la iniciativa de ser nuevos socios del Rojo.
Paralelamente, en el estadio, había miles de fanáticos
(con carnet y cuota al día) cantando y alentando al equipo de sus amores. “El
domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, fue el hit de la
mañana. La alegría se opacó un poco por la mala organización en la entrega de
los bonos porque el trámite se demoró más de la cuenta y al ser el estadio el
único punto de encuentro, todo se hizo más tedioso. Sin embargo, el orgullo de
los hinchas no se quebró y, pese a los contratiempos, alentó como lo hace todos
los fines de semana cuando su Rojo querido pisa el verde césped.
En armoniosa sintonía los jugadores sellaban su vínculo
haciéndose socios y los socios, esos que siempre van a las tribunas, agotaron
los bonos en un abrir y cerrar de ojos. La relidad indica que unos pocos
kilómetros separan al estadio de Villa Domínico pero la pasión que
desprendieron en ambos lugares unificó sentimientos, afianzó un sentido de
pertenencia que parecía olvidado pero que está latente, más presente que nunca.
El domingo los jugadores salen a la cancha y los
fanáticos suben las tribunas. Todos unidos, como debe ser, por un mismo
sentimiento y con una misma pasión: Independiente.
El Rojo vive el momento
futbolístico más duro de su historia. Por eso, los jugadores, el cuerpo técnico
y los hinchas salieron a demostrar que salen a ganar dentro y fuera de la
cancha. Unidos, con una misma meta, la mística de la historia, y convencidos
que ahora son socios en esta aventura.
Fuente Olé
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