Jonathan Menéndez parecía ser el cambio cantado tras el alta
del Covid-19 de Alan Velasco, pero a fuerza de goles y buenos rendimientos
planta la duda al DT para mantenerlo en el once inicial.
Lo de Jonathan es una situación similar a la de Sebastián
Palacios. Llegó en 2017 por pedido de Ariel Holan y tuvo unos buenos primeros
encuentros en la Recopa ante Gremio, pero lentamente fue perdiendo
oportunidades y se terminó yendo a un destino extravagante como Qatar, volvió
en la misma sintonía y una vez más se fue a Talleres, club del cual llegó al
Rojo, en donde rindió como el Tucu en Newell´s, demostrando lo que no podían
hacer en el Rojo.
Sin embargo, el atacante parece finalmente asentarse en el
Rey de Copas ya desde el año pasado, con buenos partidos y anotando goles bajo
el mando de Lucas Pusineri. Contra Sarmiento convirtió su gol número 6 en
Independiente (primer doblete) en 31 partidos en el club (1.720 minutos en
total). La llamativa comparación es que en sus previos pasos había hecho tan
solo 1 en 19 cotejos, mientras que ya lleva 5 desde su regreso en 2020.
Algo innato de él es la confianza en su pegada con ambas
piernas, siempre busca el arco desde distintas ubicaciones. Es muy importante
para el equipo que Menéndez asuma su rol como atacante, en un esquema que
demanda velocidad, habilidad e inteligencia para buscar los espacios y llegar
al gol, para no recaer siempre en Silvio Romero.
¿Debe seguir en el once inicial o debería dejarle su lugar a
la Joya?
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