(Foto: Prensa Independiente)
Por Favio Verona
La AFA considera irregular el pedido de libertad de acción
de Gastón Silva por el atraso en el pago de los salarios, aunque el jugador
respondió que su reclamo es vía FIFA y exige una fortuna.
Hace 24 días, Gastón Silva tomó una decisión drástica. Y se
metió de lleno en una batalla legal que aún no terminó. Hay un partido que
Independiente está jugando en los escritorios contra. Y el rival es uno de sus
jugadores. El defensor uruguayo decidió intimar al club el 16 de mayo como
consecuencia de un atraso en el pago de los sueldos. Apenas diez días después
y, ante la falta de respuestas concretas por parte de la dirigencia, se
consideró despedido, una determinación que tomó bajo el amparo del estatuto de
Futbolistas Argentinos Agremiados. El jugador se comunicó con sus compañeros
para despedirse, llamó a Lucas Pusineri y dejó de participar de los
entrenamientos que el cuerpo técnico dirige todas las mañanas a través de la
aplicación Zoom.
En el Rojo no se resignan a quedarse sin el futbolista de 26
años. La dirigencia acudió a la AFA y la casa madre del fútbol argentino envió
ayer un comunicado en el que instó a Silva a que deponga su actitud. “El jugador
procedió a intimar al club mediante procedimientos no contemplados”, expresa el
documento, que fue dado a conocer por De la Cuna al Infierno. El zaguero se
mantiene en una postura inflexible y no sólo tiene decidido no volver a pisar
las instalaciones de Independiente, sino que además reclama la cancelación
inmediata de una deuda de 652.623 dólares y exige una compensación millonaria
en concepto de indemnización por despido injustificado en medio de una
pandemia. Además de la cifra que le deben por la cuestión salarial, el uruguayo
exige u$s 1.573.762.
Para Independiente es una fortuna. Y más aun contemplando la
baja significativa de ingresos que la institución sufrió como consecuencia del
parate del fútbol. El club además debe pagar 17.000.000 de dólares antes de fin
de año por deudas en los pases de varios futbolistas. La realidad es que la
plata par a pagarle a Silva no está. Los directivos ni siquiera disponen de
fondos para estar al día con el plantel. Los futbolistas que menos ingresos
perciben cobraron hasta el 30 de abril, mientras que los 12 que tienen
contratos más importantes lo hicieron hasta el 31 de marzo y la CD ahora
intentará negociar una reducción retroactiva de sus sueldos.
Tras la documentación enviada por la AFA, Silva envió una
carta argumentando que su pedido de libertad de acción es vía FIFA. El Rojo aún
le debe u$s 1.600.000 a Torino por el pase del uruguayo y 450.000 a Pumas por
haber soplado al jugador de forma irregular. Vaya si costó caro...
Fuente Olé
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