18 días de pretemporada y ningún refuerzo a la par del
grupo. Desesperación en el cuerpo técnico ante una situación insostenible.
Sebastián Beccacece fue presentado como nuevo entrenador de
Independiente el viernes 7 de junio. Diez días más tarde recibió a los
futbolistas en el predio de Villa Domínico, sin caras nuevas, pero con la
necesidad de depurar levemente un plantel con jugadores que volvían de sus
préstamos.
El 24 de junio comenzó la etapa más compleja de
entrenamientos en el predio de la AFA en Ezeiza y el DT prácticamente tiene la
misma plantilla que cuando empezó.
Está ansioso, desesperado y enojado. A casi un mes de su
iniciación, cero refuerzos. En parte por clara impericia de los dirigentes a la
hora de negociar, pero también con un grado de responsabilidad de Beccacece que
dejó ir a un par por sostener sus relaciones privadas.
Si bien es cierto que las llegadas de Alexander Barboza y
Cristian Chávez están arregladas, aún no han firmado y todos los días aparece
una excusa nueva.
En cuanto a Andrés Roa y Sebastián Palacios, desde sus
entornos admiten charlas iniciales con el Rojo, pero desmienten cualquier tipo
de avance profundo.
Lo de Ignacio Piatti se enfría y pocas opciones se ven a
futuro.
¿En dónde están?, ¿cuál es el inconveniente? Quedó en
evidencia que un solo hombre no puede ocuparse de todas las negociaciones.
En 20 días el Rey de Copas comienza la competencia oficial y
el cuello de botella se angosta hora a hora. Una de las ideas de la comisión
directiva era que firmen todas las incorporaciones juntas, pero mientras tanto
se pierden sesiones de entrenamientos y el cuerpo técnico pone el grito en el
cielo.
Fuente Infierno Rojo
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