(Foto: Juan Manuel Foglia)
Jorge Burruchaga, manager del Rojo, sabe que tendrá una tarea
muy ardua, pero apunta bien arriba:
“Quiero volver a ver el Independiente de las viejas épocas”.
¿Qué habló con Pusineri? ¿Con qué se encontró? ¿Vuelve Agüero? No esquivó ni una pregunta...
“Quiero volver a ver el Independiente de las viejas épocas”.
¿Qué habló con Pusineri? ¿Con qué se encontró? ¿Vuelve Agüero? No esquivó ni una pregunta...
- "Para pasar de ser jugador a entrenador hay que hacer un
duelo. Cuando sos futbolista, de alguna forma sos el ladrón. Y lo digo en
sentido figurado. Sos el ladrón que trabaja con un grupo de muchachos para un
fin en común que es ganar. El técnico, ya desde otro lado, es el policía. El
policía que en su pasado fue ladrón y tiene que ser justo con todos. Desde el
lado del futbolista pensás en vos mismo y desde la otra vereda debés pensar por
los 25 ó 30 muchachos. Ese proceso lo tenés que asimilar, te tenés que despojar
del jugador. Con el tiempo te empezás a dar cuenta de que no es fácil ser
entrenador. Hoy parece que ir a hablar con Guardiola te da chapa. Yo tuve
grandes técnicos que me enseñaron que hay que empezar de abajo. Recuerdo que
las primeras veces que me puse frente al grupo en Defensa y Justicia temblaba.
No es fácil. Y eso que antes las relaciones eran menos complicadas”.
Jorge Burruchaga las vivió todas. Habla desde el conocimiento que incorporó con el paso del tiempo. A los 57 años, la vida lo puso ante el desafio de ser manager del Rojo, una función que ya cumplió en la Selección. Y que lo entusiasma mucho. Su objetivo es poner al club en lo más alto y hacia allá apunta.
Jorge Burruchaga las vivió todas. Habla desde el conocimiento que incorporó con el paso del tiempo. A los 57 años, la vida lo puso ante el desafio de ser manager del Rojo, una función que ya cumplió en la Selección. Y que lo entusiasma mucho. Su objetivo es poner al club en lo más alto y hacia allá apunta.
-Dijiste que el jugador vendría a ser el ladrón y el técnico
el policía. ¿El manager sería el comisario?
-El manager es el fiscal. El que fiscaliza todo, el que vela
por los recursos del club, por lo económico, por su plantilla. Un manager tiene
que ayudar al entrenador en su función para que esa relación sea buena y
honesta. Todo se tiene que hacer por y para el club. Esta función yo la conocí
un poquito en la Selección, más allá de haber conocido a un montón de managers
durante mi paso por Europa. Acá los clubes están entendiendo que este puesto es
necesario. Si bien quería ser entrenador, acepté porque el que me llamó es Independiente.
Y acá estoy.
-Mencionaste que para pasar de jugador a técnico primero es
necesario hacer un duelo. ¿Para ser manager también hace falta atravesar un
proceso?
-Sí, seguramente. En Argentina muchas veces aprendés a ser
manager cuando sos entrenador porque tenés que involucrarte en muchas cosas. En
Europa, en cambio, la figura de manager está mucho más aceptada desde hace
tiempo, aunque hay casos como el de Ferguson en Manchester United, que hacía
todo él. Arsene Wenger en Arsenal era un todoterreno. Acá, cuando dirigí a
Rafaela y Sarmiento, también me tocaba hacer eso. En los clubes de menores
recursos pasa eso. El manager aporta lo que por ahí el dirigente no sabe. Tiene
que poner a disposición del club el saber que incorporó durante su experiencia
como jugador y técnico. Eso es importante a la hora de salir a buscar o
prescindir de jugadores.
-¿Por qué creés que en el fútbol argentino se tardó tanto en
aceptar la figura del manager? Da la impresión de que llegamos tarde a
instaurar esa función...
-No lo sé, pero ha costado. Nosotros somos muy
eurocentristas. Queremos copiar todo de Europa. Muchas veces escucho que los
dirigentes dicen “quiero un técnico con perfil europeo”. Pero estamos en
Sudamérica. Yo puedo querer jugar como el Barcelona, pero hay que ver si tengo
jugadores para intentarlo. Lo que sé por experiencia es que hay distintos tipos
de manager. Algunos son directamente responsables del armado del plantel, la
elección de los técnicos, la compra y venta de jugadores. Otros comparten esas
decisiones con los entrenadores, aunque eso es más complicado porque los
técnicos acá viven de los resultados, renuevan su estadía cada tres meses y si
no obtienen una determinada cantidad de puntos ya están con un pie afuera. Acá
ha costado hacer entender cuál es el rol del manager. En la Selección yo cumplí
la función, fui el nexo entre el cuerpo técnico y los dirigentes, con Chiqui
Tapia a la cabeza. Opinaba de muchas cosas, me preguntaban de muchos temas,
pero las decisiones no las tomaba yo. En Independiente me dieron la
responsabilidad de que las decisiones van a pasar por mí. En la Argentina ya hubo
buenas experiencias como el caso de River con Enzo (Francescoli), Boca tuvo a
Burdisso, Racing a Milito, San Lorenzo a Romagnoli, Bassedas hizo un gran
trabajo de seis años en Vélez con el Flaco Gareca. De a poquito se está
abriendo esta ventana que va a ayudar mucho a los dirigentes. El error siempre
va a estar, pero con la figura del manager se reduce.
-¿El manager debe tener poder decisión y no ser sólo una
fuente de consulta?
-Sí, sin dudas. Vuelvo a lo de la Selección. Escuché muchas
pavadas. Dijeron que yo, siendo campeón del mundo, no tomaba decisiones. Pero
cuando yo asumí a mí me fueron muy claros y yo acepté esas condiciones. Y lo
hice porque era la Selección y me pareció fantástico vivir esa aventura con
todo lo que conllevaba, que era la Eliminatoria y el Mundial.
-¿Cuando te acercás a los futbolistas jovenes ellos saben
quién fuiste vos como jugador?
-Es lógico que los chicos no siempre lo sepan. Yo tengo
hijos jóvenes. Y ellos están en sus cosas, con sus ocupaciones, los amigos, las
redes sociales. Hoy tenés muchos más focos de distracción. Antes la única
alternativa era ver fútbol, vivías del fútbol. La dinámica de la vida de estos
tiempos ha cambiado mucho. Los chicos de hoy tienen un montón de cosas
alrededor que antes no conocían. Hoy los chicos miran fútbol lo justo y
necesario. Este mundo es muy loco. Hoy la cuarentena nos hizo volver a estar en
familia. En la vida normal los pibes se te escapan. Dentro de lo negativo hay
que buscar lo positivo. A veces estamos a 200 metros y ni nos hablamos. Ojalá
dentro de la desgracia que estamos viviendo se pueda rescatar algo positivo
para el devenir de nuestras vidas.
-Cuando vos jugabas no se manejaban las cifras de hoy ni de
cerca. Desde la perspectiva de manager, ¿cuánto debería ganar un Burruchaga y
por qué cifra estarías dispuesto a venderlo?
-¡Jajajaja! Me lo han dicho muchas veces. No tengo ni idea.
El fútbol y todos los deportes evolucionaron mucho en cuanto a lo económico.
Cristiano Ronaldo gana más con las redes sociales que en el club. Aparecieron
el mercado chino, el japonés, el mexicano. Antes eso no existía. Los clubes de
Europa contrataban sólo a dos jugadores extranjeros. Las cifras de hoy te
espantan. Se habla de cláusulas de 200 ó 300 millones de dólares o euros. Es
una locura.
-¿Con qué te encontraste en Independiente? ¿Con un panorama
mejor o peor del que esperabas?
-Un viernes tuve una charla de tres horas con Hugo (Moyano),
Yoyo (Maldonado) y el Puma Damiani. Me ofrecieron el cargo y charlamos de lo
global y fundamental. Les dije que aceptaba el desafío, pero que precisaba
tomarme un tiempo hasta el final de la temporada para hacer un diagnóstico y
evaluar todo. Les comenté que precisaba tener charlas con Lucas (Pusineri), a
quien conozco ya que lo dirigí y sé que se tuvo que adaptar a una situación
difícil del club. Estoy recopilando información para ver cómo se encuentra
Independiente desde lo económico. Les dije a los dirigentes que en un mes el
diagnóstico iba a estar bastante completo y que a partir de ahí voy a empezar a
armar un proyecto para la temporada que viene. En la conferencia de
presentación, algunos aprovecharon para castigarme cuando dije que no tenía un
proyecto. Yo lo que hice es no mentir. Podría haber dicho: “En junio viene el
Kun Agüero, voy a traer a éste o al otro”. Pero no hubiese sido sincero.
Lamentablemente esto de la cuarentena truncó todo. Ahora me traje a mi casa la
información de todos los contratos del plantel profesional y de los juveniles y
charlo gracias a la tecnología con Lucas Pusineri y Fernando Berón. Pero todo
eso son palabras, yo quiero ver todo con mis propios ojos.
-¿Cuál fue la primera impresión general que te llevaste más
allá de la limitaciones que te impone esta coyuntura?
-Lo primero que me sorprendió fue lo lindo que está el
predio de Villa Domínico. Es un centro de alto rendimiento de alto nivel. Se
mejoraron los vestuarios, las instalaciones de las Inferiores, se construyeron
nuevas canchas. Esta dirigencia agarró el club en el peor momento de su
historia. Y lo mejoró mucho. En lo futbolístico, el mejor remedio es ganar. En
Independiente hay material. Creo que en materia económica pasó lo mismo que en
otros clubes. Increíblemente se llegó al punto de estar en esta situación. Pero
si cada uno desde su función tira para un mismo lado, no hay imposibles. Y esto
es lo que tenemos que lograr. Lo hablé con el presidente, quien fue muy claro.
Hay que refundar a Independiente. Eso es lo que el hincha quiere: un equipo
competitivo y sano desde todos los aspectos. A eso apuntaremos. Acá pasan todos
y el club queda. Eso siempre se dice, pero no siempre se cumple. Estoy muy
motivado por volver a la vida de Independiente después de 15 años para poder
empezar a reconstruir todo.
-Trabajo tendrás y mucho. ¿Por dónde vas a empezar?
-Primero hay que tratar de que el equipo recupere la
confianza, que ya empezó a hacerlo. Hay que analizar bien la materia prima,
saber bien qué plantel tenemos y qué vamos a necesitar. Tendré que seguir
conversando con el cuerpo técnico y los dirigentes. Tengo que equilibrar la
balanza para que no haya un desfasaje tan grande como el que hay hoy.
-Te tocó dirigir a Pusineri. ¿Imaginabas que iba a ser
técnico o no lo veías en esa función?
-A Lucas lo llamé para volver a Independiente cuando estaba
en River y ya tenía más de 30 años. No te puedo decir que me lo imaginaba como
técnico. Pero sí te aseguro que era un mediocampista que hablaba mucho, tenía
mucha experiencia, un recorrido importante. Yo charlaba un montón con él. Esa
relación siguió. Y cuando él comenzó el curso de entrenador tuvimos varias
charlas porque teníamos amigos en común y nos veíamos seguido.
-¿Qué pudiste hablar con él?
-Estuvimos charlando un buen rato. Me contó que está
hablando mucho con los jugadores. Trata de aprovechar este tiempo para
profundizar sus conceptos. La preocupación que tenemos todos es cuándo va a
volver el fútbol. También estuve hablando con Berón y los dirigentes. La
realidad es que esta problemática del coronavirus nos tiene mal a todos. Habrá
que ver cómo queda la situación de los clubes desde lo económico. Esto también
debe pasar en las fábricas o en cualquier otro ámbito.
-En base a tu experiencia como entrenador, ¿podés acercarte
a darle algún consejo a Pusineri? ¿Puede un manager tomarse esa atribución?
-Yo no me voy a acercar para sugerirle algo. Sólo lo haré si
él me hace alguna consulta. Me ha pasado en la Selección con Jorge (Sampaoli).
Yo con él hablaba muchísimo y creo que le sirvió. Si me pregunta, sin dudas,
pero eso dependerá de él. Yo no le voy a decir “poné a éste o al otro”. Es algo
que se puede dar.
-Independiente tiene varios contratos altos que fueron
firmados cuando el dólar estaba a $ 20. ¿Se impone una reducción? ¿Va a ser
necesario usar la tijera?
-Es un poco lo que desde afuera leía y escuchaba. Es una
problemática que afecta a varios clubes y que hoy se acentúa aun más. Esto sin
dudas va a ser tema de charla, de intentar buscar un punto en común. Son
situaciones a las que la Argentina nos tiene acostumbrados desde lo económico.
Será cuestión de ver qué y cómo se firmó para tratar de encontrar un acuerdo
que a través del entendimiento les sirva a las dos partes.
-En los últimos tiempos Independiente tuvo muchos vínculos
con el mercado de México. ¿Cómo se puede reinsertar la marca de Independiente
en Europa?
-Sí, sin dudas es algo que hay que recuperar. Independiente
tiene que tener una relación con los clubes europeos. Ese vínculo antes estaba
y era muy grande. Es un paso que vamos a dar. Pero falta tiempo y ahora las
prioridades van a ser otras.
-Vamos a ponerle el título a esta nota. ¿En junio vuelve
Agüero?
-No, no, jajaja. No pongas eso que me matan. Hay que tener
mucha cautela y paciencia. Ahora lo primordial es ver cuándo termina esto de la
cuarentena, cómo se reprograma la liga.
-¿Qué valor del viejo Independiente que integraste te
gustaría recuperar?
-El sueño de todos los independentistas es recuperar la
mística. Hay que recuperar la mística copera. Hace un poco más de dos años lo
había logrado con la obtención de la Sudamericana. Parecía como que arrancaba y
después se dieron pasos hacia atrás. Los que conocemos y queremos al club
queremos volver a ver ese Independiente de viejas épocas, que sigue siendo el
Rey de Copas. Y yo voy a trabajar para eso, para tratar de lograrlo.
Fuente Olé


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