Guti, como lo apodan los jugadores, pasa la cuarentena con
su esposa, Diana, quien llegó a Buenos Aires dos días antes del cierre de las
fronteras.
Por Favio Verona
Carlos Gutiérrez, neurocientífico y psicólogo del Rojo, está
cumpliendo un rol clave para intentar mantener el equilibrio emocional y la
motivación de los jugadores en tiempos de confinamiento e incertidumbre. Mirá
cómo trabaja y qué tips les dio a los futbolistas.
Lucas Pusineri lo conoció en 2018, cuando dirigía al Cúcuta.
Y de inmediato lo sumó a su cuerpo técnico. Carlos Gutiérrez, psicólogo y
neurocientífico de Independiente, está desempeñando un papel importante para
mantener el equilibrio emocional del plantel. Recluido en su casa junto a su
esposa, Diana, el colombiano tiene un contacto permanente con los futbolistas.
“Afortunadamente mi señora alcanzó a llegar dos días antes
del cierre de los aeropuertos y ha sido una compañía idónea. Tratamos de
hablar, cocinar, ver películas, estudiar. La estoy piloteando lo mejor posible.
Es mejor estar encerrado en una casa que en un hospital”, cuenta.
-¿Cómo vienen llevando esta modalidad de trabajo tan
particular?
-En este momento lo fundamental es mantener todo lo
referente al sentido de pertenencia al grupo y la estabilidad emocional. Uno de
los objetivos que tenemos es preservar la filiación del plantel. No sólo hay
que mantener la condición física: es incluso más importante preservar el
contacto con los compañeros. Y más aun en esta situación de confinamiento. Es
indispensable alimentar el deseo de relacionarse con el resto. Todas las
mañanas, cuando los chicos se conectan por Zoom para entrenar, incentivamos a
que haya algunos minutos de bromas, de chistes. Es un rato de distensión total.
Y cuando terminan sucede lo mismo. Eso los ayuda a despejarse por un rato de la
ansiedad que puede producir el encierro.
-Además de psicología sos experto en neurociencia.
¿Ante este escenario pueden llevar a cabo trabajos
psicosensoriales?
-Algunos ejercicios se pueden hacer. Para la neurociencia es
importante tener aparatos. Pero hemos realizado trabajos de reacción. En ese
caso es más fácil alcanzar objetivos cuando se realizan tareas individualizadas
ya que hay menos focos de distracción. Igualmente, más allá de la neurociencia,
la prioridad es mantener la salud mental del plantel y de los integrantes de su
núcleo familiar. El aspecto más relevante es el estado de ánimo. Es necesario
saber cómo están, qué sienten, si han notado cambios. Nosotros monitoreamos
mucho la higiene del sueño. En una época de cuarentena se ven alterados los
horarios. Y es crucial constatar si los deportistas duermen las horas
necesarias o si presentan insomnio. Para eso se les dieron tips a los chicos, como
tratar de no usar pantallas una hora antes de ir a la cama. La luz que producen
los computadores, televisores y teléfonos interfiere y mucho en la conciliación
del sueño. También monitoreamos los niveles de ansiedad. En esta situación hay
que saber manejarse.
-¿Cuáles son los principales problemas que pueden llegar a
aparecer en estas circunstancias?
-Cuando se presentan acontecimientos de este tipo surge
incertidumbre en cuanto a qué va a pasar con el futuro. En esta pandemia nadie
tiene la certeza absoluta de qué va a ocurrir. Acá no hay protocolos. Esto es
algo que nos ha llevado a tener una incertidumbre desde la parte mental, social
y económica. Cuando hablo desde lo mental me refiero a que no se sabe cuánto
tiempo va a durar esto, se desconoce cómo va a reaccionar cada uno y cuáles van
a ser los miedos a los cuales se van a ver expuestos los jugadores cuando
vuelvan los entrenamientos. ¿Cómo se van a ubicar en una barrera en un tiro
libre? Ahí va a ser imposible mantener la distancia recomendada y van a existir
temores inconscientes al contagio. ¿Por qué? Se trata de un instinto de
supervivencia natural. Va a haber un miedo a llevarle el virus a la familia.
Eso va a ocurrir. La ansiedad también estará potenciada por el aspecto
económico, ya que hay preguntas que pueden aparecer. ¿Van a disminuir los
salarios? ¿Voy a poder pagar los compromisos que asumí? Y la incertidumbre
social, que ya está instalada, gira en torno al hecho de no poder compartir
momentos con personas más allá del núcleo familiar.
-¿Qué trabajos suelen hacer para preservar la salud mental
del grupo?
-Lo primero que hicimos fue darles pautas a los jugadores
para minimizar los efectos del confinamiento. ¿Cuáles? Primero elaboramos un
cronograma de actividades. Ellos tienen que tratar de realizarlo al pie de la
letra. Deben respetar los horarios para levantarse, distenderse, hacer los
ejercicios, mantener los hábitos alimentarios, los horarios del sueño, de la
siesta, el tiempo para comunicarse con la familia, la lectura o el estudio. Les
pedimos que no descuiden su apariencia personal ni la higiene. Y les dijimos
que ante cualquier síntoma consulten con el personal médico, que está siempre
disponible para ellos.
-¿Cómo se hace para mantener la motivación al entrenar sin
competencia en el horizonte?
-En el caso de los futbolistas es necesario lograr que prime
la motivación intrínseca. La extrínseca es aquella que proviene de afuera: el
reconocimiento del público, del periodismo y el económico. La intrínseca, en
cambio, es la que viene de adentro, el deseo de superarse, de tener la
capacidad de cada día estar mejor, de potenciarse como deportista. El
combustible de esa motivación es la resiliencia, la capacidad que tiene una
persona de sobreponerse a una adversidad. En estos momentos estamos atravesando
un momento duro para la humanidad. A partir de esta crisis hay que ver una
oportunidad de crecimiento personal, profesional y familiar.
-¿Cómo notás a los jugadores?
-Estoy gratamente sorprendido, puesto que han sido muy
fuertes desde la parte mental. Vienen realizando todos los trabajos con
alegría. Todas las mañanas están contentos y se muestran muy predispuestos.
Esto denota ese deseo de volver, de continuar, de no dar el brazo a torcer. Veo
mucha motivación intrínseca. He encontrado un plantel mentalmente fuerte. Nunca
escuchamos “¿Para qué trabajamos si no sabemos cuándo vamos a volver?”.
-¿En este contexto los jugadores hacen consultas en privado?
-Yo estoy siempre predispuesto. Aparte de ellos nos interesa
mucho cómo están sus familias. Por eso les hemos manifestado que si notaban
algún cambio significativo en el estado de ánimo o el comportamiento de alguno
de sus familiares, también estamos a la orden tanto desde la parte médica como
psicológica para atenderlos. Después de esta adversidad van a llegar más
fuertes que nunca desde lo anímico.
Fuente Olé
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