Por Nico Berardo
El Salmón imagina al astro en el banco de su querido Rojo.
El romance con Diego sería una época muy recordada..., dice. Y mima con elogios
a Bochini.
Andrés Calamaro se refirió a la posibilidad de que Diego
Maradona dirija algún día a Independiente, y cómo evalúa a Bochini.
En “El Palacio de las Flores”, disco que lanzó en noviembre
de 2006, Andrés Calamaro incluyó apellidos ilustres de la historia de
Independiente en el track que lleva el nombre de su obra.
“Era la época de Pastoriza, Santoro y el Chivo Pavoni…”,
narró entre estrofas, no antojadizas. Porque el Salmón es hincha del Rojo. No
por su papá, a quien definió como un intelectual que simpatiza por San Lorenzo,
sino por un amigo que lo llevaba a la cancha. En Avellaneda vio el fútbol de
cerca. En Estados Unidos, entre otros lares, pudo abrazarlo: es amigo de Diego
Maradona. Le dedicó un tema. Lo invitó a la grabación. Y se aprecian. Se
quieren. Ahora bien, ¿también lo quiere en su club? ¿Será capaz, Andrelo, de
insinuar una eventual contratación a futuro?
Claro que sí…
-Maradona dirigió a Racing, ¿debería dirigir a
Independiente?
-La hinchada de Independiente presume de paladar negro, de
platea que gusta del buen juego. Tiene que estar en sintonía con el entrenador,
lógicamente con el equipo también. Independiente arropó a crack mundiales y los
títulos siempre vuelven. Importan más cosas además ganar un clásico: al hincha
le tiene que gustar cómo juega el equipo. Un romance con Diego Maradona sería
una época muy recordada, sobre todo si hay un buen equipo de jugadores. Diego
dirigiendo a Independiente sería una primavera de sensaciones con el estadio
lleno, si le dan un buen equipo. Mejor si es un proyecto deportivo que
funcione, pero Diego es de otra galaxia, es la más grande leyenda del futbol,
inventa dentro y fuera de la cancha. Se le recibiría como a un hermano, qué
duda cabe.
-Siendo de Independiente, ¿Bochini no podría ser el Gallardo
del Rojo?
-Ricardo es otra cosa. Una leyenda, un exquisito, una
persona muy querida. Los genios duran lo que duran, no siempre están hechos
para los despachos o la dirección técnica. Escalar en la dirección técnica (o
en el negocio alrededor del futbol) es un añadido. Se respeta al futbolista que
lo dio todo por el juego y defendiendo toda la vida los mismos colores, y
mucho.
Fuente Olé
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