Messi intenta liberarse de la marca de Vecino. Fotos: AFP y AP
En el último partido de la Selección Argentina al rosarino
no se lo vio muy conectado con Paulo Dybala, quien hizo agua.
Sampaoli deberá encontrar al alma gemela que le rebote las
pelotas al diez del Barsa en los metros finales
Parece mentira que, todavía, por estos tiempos el mejor
jugador de la Selección Argentina, Lionel Messi, siga sin encontrar un socio
ideal que le permita construir en conjunto más de una genialidad.
En el Barcelona, en más de una oportunidad, ha brillado no
sólo por su gran juego, dominio de la pelota a toda velocidad, sino que también
pulverizó más de un record individual.
Pero al momento de ponerse la camiseta albiceleste, en una
plantilla que por nombres evidencia abundancia, la “Pulga” jamás encontró a su
alma gemela dentro de la línea de cal.
Con la dieciocho en la espalda, allá por 2005 los nombres
que se posicionaban para acompañar a un exponencial Messi fueron Juan Sebastián
Verón, Juan Román Riquelme, Sergio Agüero, Javier Pastore, Ever Banega y
Fernando Gago. Ninguna de las sociedad llevó a Lio a explotar tal y como lo
hace en Barcelona y, actualmente, bajo la conducción de Jorge Sampaoli pisó con
bastante fuerza el referente ofensivo de la Juventus Paulo Dybala. Pero el ex delantero
de Instituto tampoco fue el socio ideal para el diez del seleccionado
argentino.
Aplicando sentimientos en el rectángulo, y por lo que dejó
la presentación de la Argentina en el Centenario ante Uruguay el pasado jueves,
Lionel Messi no lo siente.
Los requisitos para ser la mano derecha con botines de
enganche y referente de Sampaoli son simples: que le reboten la pelota cuando
él descarga de frente al arco. Esa misma acción se vio sólo una vez, cuando se
entendió con el punta de la Juve italiana, pero su remate concluyó en una buena
tapada del arquero charrúa Fernando Muslera.
El desafío Sampaoli
Dentro de la cabeza del entrenador Jorge Sampaoli al momento
de hacer un equipo todo gira en torno a Lionel Messi pero, más a fondo, el ex
técnico de Sevilla debate todas las noches con la almohada quién puede ser la
amigable sombra de Lio. Mismo en sus primeras declaraciones como DT del
seleccionado, Sampaoli aseguró que pretende que al equipo “venga Lio y no
Messi”. O sea, que se sienta cómodo como un chico cuando juega sin presiones,
de memoria, en el potrero.
Al momento de ver videos, Sampaoli entiende que ni en el
Barcelona este último tiempo ha tenido un socio perfecto. Ni el mismísimo Luis
Suárez lo es y, a lo sumo, cuando vestía la casaca catalana lo fue el
todoterreno brasileño Dani Alves.
En la recta final de las eliminatorias sudamericanas Jorge
Sampaoli buscará la solución a esta complicada fórmula que le quita el sueño.
Todo sea por no repetir la historia de otras búsquedas que terminaron en la
nada misma y nunca consiguieron contundentes resultados albicelestes.
Fuente Diario Popular
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.