El Rojo es el equipo que más situaciones genera detrás de
Boca, pero Holan está preocupado porque no la meten. Los delanteros no paran de
ensayar definición.
El DT sacaría a Gigliotti frente a Vélez.
Por Favio Verona
La falta de contundencia es una falencia que le costó muchos
puntos a Independiente. El equipo arrastra ese déficit desde las postrimerías
de la temporada pasada. A Ariel Holan lo persigue la obsesión de encontrar una
solución. El sábado, ante Godoy Cruz (0-1), fueron seis las situaciones claras
de gol que el Rojo no pudo concretar. El técnico desnudó su preocupación por la
poca eficacia: “Estamos generando mucho y concretando poco. Tenemos que
trabajar muchísimo para poder aprovechar las oportunidades que creamos porque
la falta de contundencia me preocupa”. Desde el lunes, todos los entrenamientos
estuvieron enfocados en lo mismo: trabajos de desmarque, desbordes y
definición. Incluso en la mañana de ayer, antes del amistoso ante la UAI
Urquiza , los delanteros participaron de un ensayo con el fin de calibrar la
mira y afinar la puntería.
Los números avalan la preocupación de Holan. En las primeras
cuatro fechas de la Superliga, Independiente fue el segundo equipo que más
ocasiones para convertir tuvo: creó 24. Sólo Boca, que dispuso de 26 ocasiones,
está por encima. La diferencia en cuanto al promedio de efectividad es abismal:
el Xeneize marcó 12 goles (46%)y el Rojo apenas metió cuatro (16,6%). El
conjunto de Avellaneda es además el que más veces remató, ya que lo hizo en 76
ocasiones, escoltado por River, con 63 disparos. Leandro Fernández, el nueve que
encabeza la escala de consideración del entrenador, probó 16 veces y convirtió
dos goles en el torneo.
Holan parece haberse arrepentido de la determinación que
tomó ante el Tomba, cuando decidió poner a Emmanuel Gigliotti en el área y
ubicar a Fernández como extremo derecho. La apuesta no se justificó ya que
alejó a Leandro de la zona de terminación de las jugadas. Además, desde que el
Puma volvió tras su cirugía de hernia inguinal y pubalgia, no logró recuperar
el ritmo y casi siempre llega un segundo tarde al encuentro con la pelota.
Lucas Albertengo corre de atrás. El Flaco iba a ser cedido a
préstamo a Universidad de Chile, pero decidieron retenerlo porque no pudieron
traer a Ignacio Scocco ni a Raúl Bobadilla, los atacantes que había pedido el
DT. Mañana se cumplirán dos años desde que el Flaco se rompió los ligamentos y
meniscos de su rodilla izquierda. Nunca volvió a ser el mismo.
Fuente Olé
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