Por Nicolás Rotnitzky
Dirigió solamente un club en el fútbol argentino. Y le fue
mal. Dirigió a la Selección femenina. Y le fue mal. Los antecedentes del hombre
que se encargará del equipo que viajará a los Juegos Olímpicos.
El título no busca generar clicks ni visitas
estratosféricas. El título de la nota ilustra una realidad: todas las
experiencias como técnico del Vasco Olarticoechea, el entrenador que se ocupará
del seleccionado en los Juegos Olímpicos, fueron papelones. Y papelón es una
expresión que, incluso en su literalidad, se queda corta.
Empecemos por el principio. El único equipo que dirigió
Julio Olarticoechea fue Talleres de Remedios de Escalada. Nunca más trabajó en
otro club. En Talleres de Escalada estuvo en la temporada 2000/2001. El
Tallarín, en ese torneo de la B Metropolitana, terminó 12°. El Vasco ganó 12
partidos, empató 15 y cayó en 11. Ni siquiera ingresó en el reducido para ascender
a la B Nacional. "Era un antifútbol", lo recuerdan los hinchas.
Después, se dedicó a trabajar como ayudante de campo en distintos equipos:
entre ellos, Unión de Santa Fe y Mandiyú de Corrientes.
Con un currículum desnutrido, ¿cómo llegó a ser el técnico
de Argentina en los Juegos Olímpicos?
El Vasco integró el paquete de "campeones del '86"
que desembarcaron todos juntos, como un contingente de turistas chinos, en AFA.
Carlos Bilardo es el gran responsable de aquel especie de homenaje carísimo. El
Doctor asumió la dirección general de Selecciones Nacionales en octubre del
2008. Hizo algo similar a lo que ocurre cuando un partido político gana las
elecciones presidenciales: ocupó los cargos en AFA con allegados suyos. Muchos
integrantes del plantel de México '86 consiguieron puestos: Diego Maradona,
acompañado por Héctor Enrique, agarró la Selección mayor, Sergio Batista quedó
al mando del sub-20 y José Luis Brown se ocupó del sub-17. Olarticoechea, en
ese entonces, trabajaba como ayudante de campo de Oscar Garré junto a los
menores de 15 años. Tardaron poco en pasar vergüenza. Viajaron a Bolivia, en
noviembre del 2009, a disputar el Sudamericano de la categoría. Retornaron en
primera rueda: con Lucas Ocampos y Federico Andrada como principales figuras,
no pasaron la primera fase.
Con los héroes de México empezó la caída abrupta de las
juveniles.
A Olarticoechea, sin embargo, no lo sacaron. El Vasco se ató
al predio de Ezeiza. Giró entre las distintas categorías juveniles. Walter
Perazzo comandó la sub-20 desde enero del 2011. Olarticoechea lo acompañó. Ahí,
tal vez, tuvo su mayor éxito: como coequiper de quien luego entrenó a Olimpo,
alcanzó los cuartos de final del Mundial de Colombia. Recién en 2012 se lanzó
como solista. Agarró la sub-18. No pasó nada, no disputó ninguna competencia:
contratado por AFA, no se movió, no se expuso. Ni siquiera la salida de Bilardo
en 2014 le sacudieron los cimientos. Ese año le pasó algo increíble. Se encargó
de dirigir a la selección femenina. Dirigió a las chicas en el Panamericano de
Toronto 2015. Fracasó, otra vez: se marchó en la fase de grupos.
Siguió, con fuerza, en AFA. Renovó contrato hasta marzo del
2017. Compitió con el seleccionado sub 23 de la Primera B Metropolitana en un
campeonato en India. Perdió los tres partidos: uno de ellos terminó a las
piñas.
Por el descontrol de AFA, por ser el único entrenador
contratado por la institución, por ocuparse de dirigir a un seleccionado
fantasma sub-20, por esperar una oportunidad que jamás creyó que le iba a llegar,
Olarticoechea viajará con el seleccionado a los Juegos Olímpicos de Río de
Janeiro. Sin experiencia, sin recursos, sin más méritos futbolísticos que haber
formado parte de un equipo campeón del mundo, sin antecedentes de éxito, sin
que se conozca su estilo de juego —sus preferencias tácticas o estratégicas—,
sin haber trabajado con el plantel: sin nada más que buenas intenciones,
Olarticoechea pondrá la cara en un escenario que parece destinado a un nuevo
fracaso. La diferencia es que, esta vez, el país lo estará mirando.
Fuente Diario Popular


No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.