Milito se prendió en el fútbol reducido y aprovechó para
resaltar conceptos. La preparación está a full.
Gabriel y la pelota se reencontraron ayer en Barracas, donde
entrenó el plantel.
Se lo ve concentrado. Grita. Ordena. Abre los brazos.
También corre, presiona, marca, juega y da pases de primera. Fiel a los
pantalones largos y con la campera blanca, Gabriel Milito es uno más del grupo
de jugadores que practica sobre el césped sintético de las canchitas del club
Vieytes, ubicado en Barracas. Allí se entrenó el plantel debido a la lluvia
persistente que azotó a la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
El entrenador de Independiente participó de algunos
ejercicios en fútbol reducido y fue la nota de color de una jornada que empezó
en Villa Domínico, donde los futbolistas observaron un video de la derrota
(0-1) ante Aldosivi, en el partido preparatorio disputado el sábado en
Avellaneda. Con la finalidad de observar los errores cometidos y los ajustes
que deberán realizarse a futuro.
Una vez que finalizó la tarea, llegó el momento de la
acción. El grupo se trasladó en micro hacia Barracas, donde los jugadores
realizaron diferentes ejercicios con pelota y picados informales en los que se
prendió Milito para despuntar el vicio de la pelota.
Los que se quedaron en Domínico fueron Néstor Breitenbruch
(esguince de un tobillo), Fabricio Bustos (pellizco en el menisco) y Diego Vera
(fisura de costilla). Los tres hicieron ejercicios de kinesiología para
recuperarse de los inconvenientes físicos.
Fuente Olé
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