Sánchez Miño, quien pasó la revisión, sabe que pese a
conocer al DT no tendrá un lugar asegurado, pero avisó que está dispuesto a
jugar en distintos puestos.
Por Favio Verona
La ansiedad consume a Juan Sánchez Miño. El volante acaba de
aprobar la revisión médica y camina por Balvanera acompañado por Olé . El sol
comienza a esconderse detrás de los edificios cuando tres hinchas de
Independiente que lo reconocen se acercan, le desean suerte y le formulan la
misma pregunta que él se está haciendo. “¿Cuándo firmás?”, escucha el jugador
de 26 años, quien se frena en una esquina de Avenida Córdoba para dialogar con
la gente. “Iba a hacerlo hoy, pero se va a postergar para el lunes”, explica. Y
se muestra inquieto por el retraso: “Ojalá se resuelva rápido, quiero ponerme a
entrenar ya”. Si no surgen imponderables, estampará la rúbrica por cuatro años
y el Rojo le abonará a Torino, el club dueño de su pase, u$s 1.400.000 en 24
cuotas.
-¿Se te está haciendo larga la espera?
-Sí, se complicó un poco. Pero mí voluntad de venir estuvo
siempre. Estoy muy entusiasmado con lo que me propusieron. Jugar en un club tan
grande me da muchas ganas, será un gran desafío. Además conozco a Gaby (Milito)
y a su cuerpo técnico. Espero estar a la altura.
-¿El hecho de que Milito se haya mostrado tan interesado en
traerte inclinó la balanza?
-Sí, él influyó para que hoy esté acá. Lo tuve poco en
Estudiantes, pero durante ese lapso aprendí mucho. Que esté él es algo que me
motiva el doble.
-¿Creés que por conocerlo te va a resultar más sencilla la
adaptación?
-Eso no me cambia nada. Acá no te podés relajar y tenés que
estar siempre al 100%. Milito no te regala nada, te exige de forma permanente.
Y sé que más allá de que me haya pedido, me voy a tener que ganar el puesto
demostrando en los entrenamientos.
-¿Cómo fue tu experiencia en Cruzeiro? ¿Por qué duró tan
poco?
-Decidí regresar al país porque me estaba costando estar
lejos. Tengo un hijo muy chico, estoy separado y se me estaba haciendo difícil.
Apenas surgió esta posibilidad de volver para jugar en un club de tanta
magnitud y con la presencia de Milito, no lo dudé.
-En Brasil tuviste de compañero a Pisano. ¿Hablaste con él
del club?
-Sí, estuve charlando con Matías. De este plantel conozco a
Diego Vera de mi paso por Estudiantes y a Jesús Méndez de Boca. Todos me
hablaron muy bien de Independiente.
-¿Qué objetivo te vas a plantear?
-Eso lo voy a ir viendo con el correr del semestre. Es muy
motivante tener por delante tres competencias, ya que eso aumenta las chances
de jugar. Mi primer paso será integrarme lo más rápido posible, algo que no es
sencillo en un club grande. Milito reclama profesionalismo total.
-¿Cómo estás desde el punto de vista físico?
-En Brasil me venía entrenando en doble turno y estoy bien.
Ahora sólo me queda ponerme a tono con mis compañeros para estar a disposición
del técnico.
-¿En qué posición te ves en el 4-3-3 de Milito?
-Estoy dispuesto a jugar en donde él me necesite. Con este
esquema, en Estudiantes me ubiqué en distintos sectores del campo. El que va a
decidir es él.
-¿Qué Independiente imaginás?
-Gaby trabaja para que sus equipos sepan manejar la pelota.
Seguramente se verá un Independiente ofensivo, que va a asumir el protagonismo
ante cualquier rival y en todas las canchas. Cualquiera que le guste el fútbol
se va a sentir identificado porque el equipo siempre tendrá como premisa
atacar.
-¿Por tus características creés que esa propuesta te puede
favorecer?
-Sí, para un volante ofensivo es muy importante jugar en un
equipo con una propuesta ofensiva. Por supuesto que Milito reclama compromiso
para presionar y marcar. ¿Pero a quién no le gusta integrar un conjunto que
piensa siempre en el arco de enfrente?
-Vas a tener mucha competencia por un puesto. ¿Eso en algún
momento te hizo dudar?
-No, para nada. Sé muy bien que, como en cualquier equipo de
esta dimensión, nadie va a tener un lugar asegurado. Voy a pelear por un
puesto.
Fuente Olé
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