Milito no cuenta con un armador que habilite a los puntas y
el Rojo lo sufre cuando los rivales se le meten atrás.
Sigue en construcción Independiente. Barcelona es el espejo
en el que intenta mirarse Milito, quien en las últimas semanas invitó a sus
jugadores a observar videos del equipo que en su momento de esplendor tuvo un
arquitecto fantástico: Guardiola. Pero los partidos amistosos que el Rojo
disputó desde que comenzó la pretemporada delataron que el equipo carece de una
pieza esencial para edificar lo que proyectó el Mariscal. Cuando los rivales se
abroquelan en campo propio para cerrarse, queda en evidencia que el Rojo padece
la ausencia de un jugador capaz de dar algún pase filtrado, un futbolista con
lectura de juego para meter dagas verticales y dejar a un delantero mano a mano
con el arquero. No hay un organizador de juego. Y la posesión de la pelota
termina siendo un arma ineficaz ante la ausencia del jugador con capacidad para
interpretar cuándo es necesario hacer una pausa para pensar y arriesgar en el
pase, o pisar el acelerador y encarar.
Hasta el momento, Independiente encontró una única fórmula
para generar situaciones de gol: en el 4-3-3, los volantes interiores se
cierran para entrar en carrera por el medio y los extremos se abren para
desbordar por los costados. Sin embargo, cuando el contrario achica hacia
atrás, el Rojo ha encontrado muchas dificultades para generar espacios. Y
termina siendo un equipo inofensivo, ya que todo queda en arrebatos
individuales que muchas veces derivan en contragolpes. O en pelotazos para
tratar de saltear líneas, por lo que el bosquejo inicial se desdibuja y la idea
va a parar al tacho de basura.
Cebolla Rodríguez emergía como el jugador con más capacidad
para asumir ese rol. Lo hizo en algunos partidos del ciclo de Pellegrino, pero
no se sintió cómodo en esa función y no rindió. “Yo soy volante por izquierda,
no enganche”, aclaró el uruguayo. Benítez y Rigoni tampoco están en condiciones
de cumplir esa función. A Barco, quien tiene 17 años, Milito lo ve como volante
interior. No lo advierte maduro para hacerse cargo de la conducción, por lo que
su idea es llevarlo de a poco y evitar cargarlo de responsabilidades que aún no
está en condiciones de asumir.
Al Rojo le falta el último toque. No es poco.
YO DIGO (RICARDO BOCHINI)
Falta uno que con un pase abra el camino
Independiente tiene un buen plantel, pero le está faltando
un jugador que tenga el toque criterioso y la gambeta necesaria para poder
abrir los partidos cuando se le cierra una defensa. Es muy complicado encontrar
a un futbolista de esas características, pero es indispensable lograrlo para
que el equipo pueda funcionar y sacar adelante algunos partidos. Por lo que
pude conversar con Milito, sé que él está buscando a alguien que pueda cumplir
esa función, pero todavía no lo encontró. Benítez es bueno, pero precisa a
alguien que con un pase le abra el camino. Cebolla Rodríguez no está para eso y
Barco tampoco, porque sería un error darle semejante responsabilidad a un chico
tan joven.
Fuente Olé
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