Vistas de página en total

domingo, 31 de julio de 2016

Cuestión de pase




Milito no cuenta con un armador que habilite a los puntas y el Rojo lo sufre cuando los rivales se le meten atrás.

Sigue en construcción Independiente. Barcelona es el espejo en el que intenta mirarse Milito, quien en las últimas semanas invitó a sus jugadores a observar videos del equipo que en su momento de esplendor tuvo un arquitecto fantástico: Guardiola. Pero los partidos amistosos que el Rojo disputó desde que comenzó la pretemporada delataron que el equipo carece de una pieza esencial para edificar lo que proyectó el Mariscal. Cuando los rivales se abroquelan en campo propio para cerrarse, queda en evidencia que el Rojo padece la ausencia de un jugador capaz de dar algún pase filtrado, un futbolista con lectura de juego para meter dagas verticales y dejar a un delantero mano a mano con el arquero. No hay un organizador de juego. Y la posesión de la pelota termina siendo un arma ineficaz ante la ausencia del jugador con capacidad para interpretar cuándo es necesario hacer una pausa para pensar y arriesgar en el pase, o pisar el acelerador y encarar.

Hasta el momento, Independiente encontró una única fórmula para generar situaciones de gol: en el 4-3-3, los volantes interiores se cierran para entrar en carrera por el medio y los extremos se abren para desbordar por los costados. Sin embargo, cuando el contrario achica hacia atrás, el Rojo ha encontrado muchas dificultades para generar espacios. Y termina siendo un equipo inofensivo, ya que todo queda en arrebatos individuales que muchas veces derivan en contragolpes. O en pelotazos para tratar de saltear líneas, por lo que el bosquejo inicial se desdibuja y la idea va a parar al tacho de basura.

Cebolla Rodríguez emergía como el jugador con más capacidad para asumir ese rol. Lo hizo en algunos partidos del ciclo de Pellegrino, pero no se sintió cómodo en esa función y no rindió. “Yo soy volante por izquierda, no enganche”, aclaró el uruguayo. Benítez y Rigoni tampoco están en condiciones de cumplir esa función. A Barco, quien tiene 17 años, Milito lo ve como volante interior. No lo advierte maduro para hacerse cargo de la conducción, por lo que su idea es llevarlo de a poco y evitar cargarlo de responsabilidades que aún no está en condiciones de asumir.

Al Rojo le falta el último toque. No es poco.


YO DIGO (RICARDO BOCHINI)

Falta uno que con un pase abra el camino

Independiente tiene un buen plantel, pero le está faltando un jugador que tenga el toque criterioso y la gambeta necesaria para poder abrir los partidos cuando se le cierra una defensa. Es muy complicado encontrar a un futbolista de esas características, pero es indispensable lograrlo para que el equipo pueda funcionar y sacar adelante algunos partidos. Por lo que pude conversar con Milito, sé que él está buscando a alguien que pueda cumplir esa función, pero todavía no lo encontró. Benítez es bueno, pero precisa a alguien que con un pase le abra el camino. Cebolla Rodríguez no está para eso y Barco tampoco, porque sería un error darle semejante responsabilidad a un chico tan joven.


Fuente Olé

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.