Con el préstamo de Claudio Aquino al Fluminense, el Rojo
redujo casi a la mitad los contratos que tenía cuando asumió Hugo Moyano en
julio de 2014. Depuración.
Aquino fue presentado como nuevo jugador del Fluminense. (@FluminenseFC)
Por Beto
Tisinovich
"Es increíble la cantidad de contratos que tenemos. Es unos
de los problemas que debemos atacar para empezar a bajar el déficit operativo
que tiene el club”. La cifra en julio de 2014 pasaba los 60 vínculos. Pasaron
dos años del inicio de gestión de Hugo Moyano y las palabras de un dirigente de
peso en aquel momento se están cumpliendo al pie de la letra. Si bien han
incorporado 28 jugadores en cinco mercados de pases, este año la cifra de
salidas marca 34.
Inclusive algunos de los contratados como Escudero, Montoya,
Riaño, Lucero, Droopy Gómez, Ezequiel Vidal, Aguilera, Valencia y Aquino, entre
otros.
Este último, comprado a Godoy Cruz a principios de 2015, se marchó al
Fluminense. Si bien el club carioca apostó fuerte por Romero (Racing) y
Zelarayán (Tigres), el enganche irá a tierras brasileñas y al equipo que tuvo
al argentino Darío Conca en el pico máximo de su carrera.
El préstamo por un año de Claudio Aquino será por 200.000
dólares y con una opción de 1.800.000 de la misma moneda. El Rojo abonó por el
50% alrededor de 900.000 de los verdes y, a pesar de que tanto Almirón y
Pellegrino siempre lo tuvieron en cuenta, sus actuaciones fueron por demás
discretas. Jamás logró captar a la gente de Independiente. Cuando se había
puesto bien físicamente de la mano de Gabriel Macaya, el PF de Longaniza,
Damonte lo lesionó y le costó volver. Para colmo en un partido en el que estaba
jugando bien, a pesar de estar perdiendo frente a San Lorenzo, Pellegrino lo
sacó y él respondió a los insultos de la platea.
Ahí se rompió la poca banca
que le quedaba, y a pesar de que después rindió con San Telmo, Gimnasia LP y
Arsenal, sus días estaban contados.
Ni Gabriel Milito pudo torcer el destino de Aquino. El DT lo
tenía muy en cuenta para lo que viene, pero el 33 siempre le dijo que quería cambiar
de aire. Lo buscaron de Sidney Wanderers de Australia, pero la oferta no
convenció al club.
Fue ofrecido a Talleres de Córdoba en la negociación con
Pachuca para que Botta llegara al CAI. Nada de eso se concretó, hasta que
apareció el Flu. Se pusieron rápido de acuerdo y ya está presto, luego de
recuperase de una dolencia muscular que lo mantuvo afuera en gran parte de la
pretemporada. Es más, el sábado pasado participó en el equipo B que el ganó 1-0
a Defensor Sporting en el Libertadores.
Así Independiente se quedó con 41 contratos en total, aunque
está pagando 32 ya que hay nueve players a préstamo. Está claro que aquí no hay
lugar para todos...
Fuente Olé
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