Mancuello quiere estar en Córdoba.
Por Fabian Rodriguez
Federico Mancuello respaldó el plan de juego de Jorge
Almirón. “Me brindó libertades para jugar”, detalló.
El dueño de la ilusión. Federico Mancuello se erigió como el
símbolo de Independiente en el último campeonato. Un rol que se ganó por
carácter, perseverancia, goles y carisma. El capitán del Rojo explicó el
secreto de su éxito, vinculado a la ubicación en la cancha que le dio Jorge
Almirón. “Mantuvo el equipo que dejó Omar De Felippe para un amistoso ante
Armenio. A los dos días jugamos con Dálmine y paró un 3-4-1-2, poniéndome en la
posición en la que estoy jugando ahora. Metí un gol y tuve varias chances.
Entonces, se acercó y me dijo que no iba a volver a ponerme por la banda porque
en el medio entraba mucho más en juego y eso era lo que él necesitaba de mí.
Después me mostró videos de cómo quería que jugase, los movimientos que
pretendía que hiciera, de cómo avanzar y cómo retroceder para ser salida. Y me
brindó libertades para que pudiera jugar”, explicó el mediocampista en una
entrevista realizada por la flamante revista Potrero.
Jorge Almirón sufrió numerosas críticas durante su primer
semestre al frente del equipo, a pesar de realizar una buena campaña de 33
puntos. Mancuello respaldó el trabajo del entrenador y resaltó el agrado del
plantel por el sistema de juego: “Con todo lo que hay que mejorar, veo que la
gente se fue contenta y riéndose varios encuentros. Y cuando veo a mis
compañeros hay satisfacción. En la B, si jugábamos un sábado, el cansancio nos
duraba hasta el jueves. Al finalizar el partido nos teníamos que tirar de
cabeza a la pileta con hielo porque terminábamos liquidados de la cabeza”.
Federico describió el trabajo realizado durante los
entrenamientos, que ayudó a elevar el nivel del Rojo: “Convertimos goles como
el primero de Lucero a Tigre, luego de un córner rápido de Pizzini. A todos les
pareció una avivada, pero es una orden, una jugada preparada en la semana. En
el gol del Rolfi a Lanús, Jorge anticipó los movimientos defensivos de los
delanteros rivales y en virtud de ello, nuestro avance. Practicamos la jugada
siete veces el día anterior y salió tal cual nos dijo que iba a salir. Se le
criticó hasta la intención de salir jugando. Cuando acertamos podemos terminar
dentro del arco rival”.
Fuente Olé
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