Por Mauro Erbiti
Diego Rodríguez (8): además de algunas intervenciones abajo
de los tres palos, lo del Ruso en los penales fue soberbio. Los pateó de
excelente manera, amagando y sin achicarse. Primer arquero en la historia del
Rojo en anotar dos tantos desde los doce pasos. Bien
Néstor Breitenbruch (4): evidentemente, estuvo toda la noche
jugando con malestares y le costó. No pudo anticipar ni tener ese despliegue
que su físico le permiten. Terminó saliendo mediando el complemento.
Cristian Tula (4): venía en alza, pero terminó complicándose
y complicando al equipo con un penal tonto. Luego, ya lesionado, tuvo que jugar
de nueve estático. Ojalá no sea nada grave.
Víctor Cuesta (5): alternó buenas y malas. Al igual que sus
compañeros, no debe marcar tan en línea.
Gabriel Vallés (1): ingresó por Rodrigo Gómez, pero le costó
muchísimo. Siempre se mostró solo por la banda, pero pocas veces le pasaron la
pelota. Y, cuando la tuvo, no supo que hacer y la perdió rápidamente. Salió en
el entretiempo.
Franco Bellocq (3): poco se parece a ese volante central que
terminó la B Nacional de gran manera. Le está costando mucho marcar y jugar de
primera en este equipo. Finalizó la noche de defensor, debido a la lesión de
Tula.
Federico Mancuello (7): además de su despliegue y actitud habituales
para ayudar en la marca, empujó al equipo cuando éste no estaba arriba en el
marcador. En el primer tiempo, la pidió siempre e intentó generar juego. Y en
el segundo, mejoró y terminó sellando el duelo. Sigue on fire.
Lucas Villalba (4): como siempre, estuvo muy mal en las
entregas y no sumó con sus subidas. No es incisivo por la banda, y cuando la
pierde deja huecos abajo. En la segunda parte, levantó un poco y fue más claro
en sus proyecciones. Pero no le alcanzó.
Daniel Montenegro (6): alternó buenas y malas. Tuvo pasajes
en los que no participó ni fue protagonistas, y otros en los que sí ayudó. Lo
mejor, la jugada que él armó y terminó en asistencia a Mancuello. Sería bueno
que, en momentos en los que el equipo necesita bajar el ritmo de juego y que
pasen los minutos sin sufrir, el Rolfi pudiese ser el eje y poder imprimir su
sello.
Claudio Riaño (8): oportunismo puro. Pudo meter las dos que
le quedaron para darle la victoria a Independiente. Pero, además, se tiró a los
costados para recibir y pivotear. Es muy saludable verlo así, luego de sus
problemas físicos. Ojalá continúe en esta sintonía.
Juan Martín Lucero (3): le está costando muchísimo manejar
la pelota de espaldas y ganar las pelotas divididas con el cuerpo. Claramente,
lo suyo es buscar el espacio libre y el hueco para ganar en velocidad. Pero
está claro que no siempre tendrá esos escenarios. Y, si quiere ser el delantero
titular de Independiente, tendrá que demostrar más.
Matías Pisano (9): intratable. Entró para cambiarle el ritmo
al encuentro y ganar por la banda, y lo hizo de manera impecable. Su primer
contacto con la pelota terminó en penal. Luego, tuvo algunos destellos y
jugadas en velocidad. Luego, de un rebote de un remate suyo, llegó otro gol. Y,
en el final, también fue protagonista. ¿Titular ante River?
Francisco Pizzini (7): al igual que el Enano, le cambió la
cara al Rojo con su velocidad. No tuvo la injerencia que Pisano, pero lo hizo
muy bien. La idea de que los “revulsivos” resuelvan en los segundos tiempos
está saliendo bien.
Sergio Ojeda (5): entró por Breitenbruch. Aunque no tuvo
mayores desaciertos, tampoco se destacó.
Jorge Almirón (6): el Rojo arrancó dormido y sin ritmo. El
técnico pudo cambiarle la cara con los cambios otra vez. Pero sería mejor que
Independiente logre ser protagonista de entrada. Da la sensación que le alcanza
con esas ráfagas, pero que se necesita más posesión y no tanto vértigo. Puede
ser un arma de doble filo. A trabajar sobre las victorias y el gran momento. Se
viene un duelo clave. Habrá que estar a la altura.
Fuente Infierno Rojo
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