El volante se acomodó muy bien en el sector derecho.
Por Fabian Rodriguez
Méndez ingresó en el complemento y tuvo su bautismo goleador
en el Rojo ante Rosario Central, su ex club. “Pude aprovechar la oportunidad”,
valoró.
El aura en llamas. Los 25 minutos de acción de Jesús Méndez
le alcanzaron para ganarse la bendición de los hinchas.
Ingresó sobre la zona derecha para tomar la posta de Matías
Pisano, su fiel compañero de viaje luego de los entrenamientos. Al igual que lo
hizo en el Monumental, ante River (1-4), se acomodó sin problemas a esa
función, a pesar de no ser su posición natural (mediocampista central). Y la
rompió, justo contra Rosario Central, el club donde cumplió cuatro ciclos.
“El técnico nos da confianza a todos. Por eso tenemos que
estar preparados para cuando nos toque entrar. Hoy (por ayer) pude aprovechar
la oportunidad”, describió el volante de 29 años que en su sexto partido
convirtió un golazo para asegurar la victoria. Una verdadera joyita que, por ese
código implícito de los jugadores, no celebró:
“Me siento identificado con Central. Quiero mucho a su
gente, pero este es mi es trabajo. Y venía de varios partidos sin ritmo,
gracias a Dios sirvió para que el equipo ganara”.
Por último, Méndez destacó la importancia de la victoria,
por el resultado y sobre todo el nivel demostrado, tras la dura caída con el
puntero:
“Había que sumar de a tres y jugar un buen fútbol. Lo
necesitábamos. Era importante un triunfo después de la derrota con River”.
Fuente Olé
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