El ex presidente de los Rojos hizo todos los trámites para
dejar el puesto y siguió de cerca el acuerdo con la oposición
Por Alejandro Casar González
El 25 de marzo, Javier Cantero estuvo cerca de la
renuncia. Foto: Archivo
Desde que se despertó, Javier Cantero sabía que su día, el
último como presidente de Independiente, sería movido.
El hombre cumplió a
rajatabla con lo que manda el estatuto: a primera hora de la mañana redactó los
telegramas de renuncia. Uno, con destino a Personas Jurídicas de la provincia
de Buenos Aires. El otro, para el club. Los envió y, así, formalizó su salida.
Su segunda tarea fue seguir de cerca el progreso del acuerdo
entre el oficialismo y la oposición, destinado a financiar al plantel
profesional hasta junio -con un aporte de $ 10 millones-, y que implicaba el
adelanto de las elecciones para fines de julio o primeros días de agosto.
El
consultor de 56 años había aceptado la mediación de la AFA para acercar a las
partes y destrabar el conflicto de los Rojos. Julio Humberto Grondona,
presidente de la AFA, fue uno de los primeros en enterarse de la decisión de Cantero.
Y la entendió.
La oposición, mientras tanto, continuaba criticándolo.
"Estamos viviendo una crisis terminal y este señor se jacta de poner
condiciones. Cantero es el presidente más nefasto de la historia de
Independiente y todavía se hace la estrellita", fustigó Pablo Moyano, uno
de los referentes de Agrupación Independiente, en una entrevista con Nacional
Rock.
La salida del presidente no detuvo la sangría de dirigentes
de la comisión directiva.
Por la mañana también comunicó su dimisión Lilian Proverbio,
vocal y compañera de agrupación de Cantero (Independiente Místico). Contando
estas dos renuncias, en el club sólo quedaban nueve dirigentes, aunque no todas
las dimisiones se habrían realizado siguiendo los lineamientos legales, por lo
que una hipotética intervención del club todavía está lejos.
Al mediodía, y cuando la renuncia de Cantero había
trascendido, nadie la quiso certificar. "No podemos confirmar nada de lo
que se está hablando sobre la renuncia de Cantero", señaló Claudio
Keblaitis, vicepresidente 2º, en radio América. Sin embargo, el dirigente
vislumbró un panorama esperanzador para el club. "No habrá ni acefalía ni
intervención", agregó.
¿Por qué Cantero, que hasta hace unos días se mostraba
inflexible ante las presiones, terminó cediendo su cargo?
Al parecer, el
detonante habría sido la presencia, el lunes, de integrantes de la barra brava
de los Rojos en el country de la zona sur donde vive. Mientras Cantero estaba
en Misiones con el plantel -jugó y perdió en Posadas con Crucero del Norte-, su
familia le avisó que un grupo de hinchas merodeaba su domicilio. El episodio
habría terminado con su voluntad de mantenerse en el cargo.
Por la tarde, con Cantero ya afuera, y aunque algunos
dirigentes desconfiaran de su decisión, la sede de la avenida Mitre fue testigo
de una convocatoria espontánea de socios e hinchas. Con el correr de las horas,
la barra brava dominó la escena.
Vino, cerveza y fuegos artificiales fueron el
cotillón elegido para ¿celebrar? la renuncia del presidente.
Pablo "Bebote"
Álvarez, líder de la hinchada, montó otro número circense. Aunque el edificio
de la sede permanecía vallado, Álvarez dejó dos escobas. Sobre ellas, un
mensaje: "Cantero, no te olvides de las escobas". La escoba había
sido uno de los emblemas de la gestión de Cantero: llegaba para limpiar la
corrupción de Independiente. Al lado de las escobas, un paquete grande de
alimento para perros. Arriba, otro mensaje: "Comida para el plantel
profesional".
Al caer la noche, se supo que Keblaitis quedará como presidente
interino hasta las elecciones, que podrían ser en junio. Y hoy se firmaría el
postergado acuerdo entre oposición y oficialismo.
CUATRO PRESIDENTES QUE TERMINARON MAL
Los últimos gobiernos de Independiente explican la crisis.
Pedro Iso, uno de los dirigentes históricos, renunció a su tercer mandato, en
2000, agobiado por la crisis y la oposición. El cargo lo ocupó Roberto Galano,
pero el hombre fuerte fue Andrés Ducatenzeiler, elegido luego. La gestión
naufragó y Ducatenzeiler le cedió virtualmente el poder a Julio Comparada, que
ganó las elecciones en 2005 y en 2008. En 2011, el descontento popular obligó a
Comparada a bajarse de la lista de Cacho Álvarez y Javier Cantero sorprendió en
las urnas.
Fuente Cancha Llena
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