Por Carlos Maidana
Matías Defederico, delantero de Huracán, hizo una
autocrítica sobre su rendimiento en Independiente, pero aseguró que la
situación se exageró. Además, habló de una deuda que el Club mantiene con él y
de cheques rechazados en los pagos.
En una extensa entrevista con InfiernoRojo Radio, Matías
Defederico, delantero en Huracán, se refirió al partido ante Independiente del
próximo lunes: “Va a ser importante para los dos”.
El ex jugador del Corinthians se refirió a la actualidad del
equipo de Omar De Felippe: “Era sabido que a Independiente le cuesta porque es
un grande que no está acostumbrado a esta categoría, pero yo creo que de a poco
se va a ir acomodando y sin dudas le va a ir bien. Yo les deseo lo mejor y que
ojalá salgan pronto de este mal momento”.
Defederico, cuya relación con los hinchas de Independiente
no es buena debido a su pésimo paso por el club, reconoció: “A la gente la
entiendo, porque no me fue bien. Irme como me fui, terminó siendo casi lógico”.
“Tuve muchos altibajos. Pienso mucho en mi paso por el Club,
en las cosas que hice bien y mal, los amigos que me quedaron. De todas formas,
no creo haber sido el peor de todos. Hubo otros jugadores que tampoco rindieron
lo que tenían que rendir y no se los mató como a mí”, agregó.
El delantero continuó con la autocrítica: “Yo llegué con una
expectativa a la que no pude responder. No rendí como esperaba, pero tampoco me
puedo castigar. Se exageró todo”.
Por último, aseguró que aún se le debe dinero y, en
contramano con el discurso oficial que baja desde la comisión directiva, contó
que le rebotaron cheques: “Me quedo alguna deuda. Cada vez que tengo que
cobrar, pasa algo. Yo no quise inhibir nunca. Los primeros cheques que me dio
Javier no tuvieron problemas, pero después vinieron todos rebotados. La plata
que se me debe es mucha pero trato de arreglarlo de palabra. A muchos
compañeros les pasó lo mismo, pero el fútbol argentino en general es así. Tuve
muchos problemas, como cuando me bajaron a reserva, cuando no me pagaron la operación
pero ya está. No hay rencores”.
Fuente Infierno Rojo
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