Parra festeja su primer gol con sus compañeros.
Por Federico Rozenbaum
Independiente terminó jugando uno de los mejores partidos en
la BN, apareció Facundo Parra con dos goles importantísimos y el equipo quebró
una racha de 127 días sin triunfos en el Libertadores.
La gente se empieza a entusiasmar.
Habrá que anotar este 23 de septiembre en el archivo que
registre el camino de Independiente por la B Nacional.
El hincha tendrá que
recordar que en una noche fría de primavera cambiaron muchas cosas.
Quedarán
atrás los 127 días sin triunfos de local, y la larga amnesia de goles de
Facundo Parra, y las dudas acerca del funcionamiento del equipo de De
Felippe...
En fin, las memorias deberán contar que hubo un cambio de aire. O
mejor, que hubo un triunfo clave -ante Sarmiento- para sumar puntos y tomar
confianza.
En el zigzagueante presente de Independiente, el segundo
tiempo frente a Sarmiento fue de lo mejor que le pasó en las nueve fechas del
torneo. Sobre todo si ese rato de buen juego se lo compara con lo que este
mismo equipo de camiseta roja había mostrado en la media hora inicial:
Sarmiento le llegaba por todos los wines y lo primereaba con un cabezazo de
pelota parada.
El empate de Parra tuvo un impacto emocional en el partido.
Independiente reaccionó de la mejor manera, se paró más adelante, empezó a
discutir el juego desde la posesión, fue más decidido a las divididas y dejó de
rifar las pelotas en la salida. El segundo gol de Parra dio tranquilidad, pero
aún así el equipo siguió intentando...
De Felippe empieza a encontrar la forma del guión de este
Independiente.
Primero fue la solidez. Y ahora, de a poco, la dinámica del
medio hacia adelante.
Pisano, Zapata y Montenegro tienen los pies sensibles, y
cuando se juntan hacen cosas como en la jugada previa al triunfo.
Facundo Parra
necesita este tipo de jornadas para agrandarse.
Morel Rodríguez conserva su
liderazgo.
El equipo, entonces, entusiasma.
Quien quiera mirar el vaso medio vacío recordará que
Independiente falló en algunas pelotas paradas. Los optimistas, en cambio,
saben que este triunfo es Parra festejar. O Parra empezar a soñar.
Fuente Olé
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