Ramón tiene opciones de lujo. Si hay un puesto en el que le
sobran jugadores, es en el arco. Cuando entran, rinden.
Debora D’amato | Ddamato@ole.com.ar
Los cuatro arqueros del Rojo hablan de la abundancia que hay
en el puesto y de la necesidad de una venta...
Lindo problemita tiene Ramón Díaz en el arco del Rojo.
Calidad, prestigio y rendimiento garantizado pero espacio sólo para uno. Fabián
Assmann, Hilario Navarro, Adrián Gabbarini e inclusive Diego Rodríguez (el de
la Piponeta) son los cuatro hombres que hoy tienen una misma obsesión: defender
el arco grande de Independiente.
La convivencia entre ellos data de fines del 2010, momento
desde el que se viene hablando sobre la salida de al menos uno de ellos ante la
superpoblación en el puesto.
Assmann es el dueño de los tres palos casi desde que Ramón
llegó a Independiente. El entrenador se inclinó por su presente y lo bancó en
la titularidad. Sin embargo, a principios de año, la realidad de Fabi era otra.
Tras la obtención de la Sudamericana en la era Mohamed, tenía todos los boletos
para partir: era el tercer arquero y en junio se vencía su contrato. “Quedé
libre e igual firmé mi contrato, pese a que no jugaba. Hoy atajo y me quiero
quedar. Estoy bien y entiendo que no hay lugar para los cuatro. Alguno deberá
emigrar, sería lo más justo”, le confió el rubio a Olé .
En junio, una vez más, el tablero de ajedrez se modificó y
el gran candidato a irse pasó a ser Gabbarini, quien había recibido propuestas
sin desenlace exitoso. Pero “la” oferta llegó por Hilario. Boca se interesó por
él e Independiente aceptaba venderlo, pero en una polémica decisión, los
dirigentes xeneizes desistieron de la operación aduciendo problemas físicos en
la revisión médica. “Me molestó porque me ensuciaron. Ahora ya pasó. Estoy feliz
de estar acá y del gran momento de todos. Quiero quedarme y lucharla. Siempre
fue así”, admitió ayer el correntino consultado sobre el tema.
La actualidad de Diego Rodríguez es distinta. Titular en la
Piponeta, líder de la Reserva, negocia su contrato porque el 30 de junio podría
quedar libre. “Viví en la pensión y quiero defender estos colores pero con este
nivel de competencia es difícil. Ojalá se pongan de acuerdo para mi renovación.
Y si aparece algún préstamo, irme para descomprimir un poco”, confió el Rusito.
Gabbarini supo, no bien el Pelado se hizo cargo del equipo,
que lo había señalado como su preferido pero la realidad denota que Assmann es
titular y que él alterna banco con Navarro. En este ciclo sólo tuvo una chance,
en el 3-0 ante Olimpo, y su tarea fue clave para sostener la valla invicta. “Me
quiero quedar pero quiero atajar. Se dice mucho y se hace poco. Sobran las
palabras. Es insostenible la permanencia de los tres con este nivel”, le decía
Gabba a Olé, en la gira por Estados Unidos a mitad de año, y hoy lo sostiene:
“Todos somos buenos y se sabe. No hace falta jugar para que lleguen ofertas. Es
imposible que sigamos de esta forma. Los dirigentes tiene que tener la voluntad
de vender a alguno. Es raro que seamos tan buenos y que no nos vendan”.
Fuente Olé
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