Por Diego Silber
Escribo estas líneas tras enterarme de la noticia del día:
el embargo trabado en AFA por César Luis Menotti, debido a la deuda de más de
350 mil dólares que Independiente tiene con él desde su época de manager, lo
que significa que el club no podrá incorporar ni vender hasta no saldarla.
Podría abordar esta información desde distintas ópticas:
desde el punto de vista laboral o desde el derecho a reclamo que siempre debe
tener cualquier trabajador, por ejemplo. Pero en realidad hablaré desde las
posiciones que tengo tomadas en cuanto al fútbol, desde hace muchos años:
hincha de Independiente (de nacimiento) y, por decirlo de alguna manera,
“menottista”, en cuanto a la concepción del fútbol que me gusta.
Desde ya que es muy difícil defender a Menotti persona,
desde ciertas historias que protagonizó a lo largo de su vida, sin mencionar
varias chicanas que suelen tirar por elevación sus enemigos acérrimos. Lo
aclaro nuevamente, por las dudas: soy “menottista” desde una concepción de
juego, de filosofía dentro de una cancha de fútbol. No lo defiendo ante
cualquier cosa que diga, ni soy abogado defensor de lo que Menotti decida hacer
en su plano personal, político y/o profesional.
Aclarado esto, voy al punto: estoy muy decepcionado con esta
actitud de Menotti. No era la forma ni el momento. Con un club “prendido
fuego”, con responsables claros e identificables: Julio Comparada y su última
Comisión Directiva. La nueva conducción, asumida hace apenas una semana, no lo
merece. Pero el que menos lo merece es el club, su historia, su filosofía, su
estilo. Eso que tanto “sedujo” al Flaco, siempre.
Por cuestiones futbolísticas y también extra futbolísticas
(la no renovación de Gallego en 2010, la poco exitosa y corta gestión de
Garnero como DT, el papelón de ir a buscar a Gallego un mes después de haberlo
“echado”), Menotti debió abandonar el club en septiembre de 2010. O sea, tuvo
más de un año para reclamarle a Comparada su dinero.
Pero no: lo hace justo esta semana, en la previa de año
nuevo, con sueldos y aguinaldos que recién en las últimas horas los nuevos
dirigentes han podido pagar o empezarán a hacerlo. Con un plantel que debe ser
achicado, con la opción de que sólo se pueda incorporar dos jugadores, con un
mercado de pases que Independiente necesita aprovechar sí o sí.
Eso no es todo: el aire fresco que trae la renovación
dirigencial en el club y la incorporación de jóvenes a todas las subcomisiones,
hacen que el socio y el hincha tengan otra visión y otra esperanza: la del tan
ansiado Renacimiento. Por esto también Menotti equivoca el momento para
presentar su reclamo.
Hoy, definitivamente, el Flaco terminó de decepcionar a los
pocos hinchas de Independiente que aún lo bancábamos, al menos desde sus ideas
de juego, claro. Ahora ya no creo que haya vuelta atrás, no creo que haya
tiempo para reparar este último gran error. “Para saber entrar, hay que saber
salir”, decía Menotti en la década del ’70. Con esta última salida, será más
que difícil que vuelva a entrar alguna vez a nuestro club…
Fuente Muy Diablo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.