Escrito por Carlos Maidana el Jueves, 8 diciembre
Campeones
Hace exactamente un año, el Rojo volvía a relucir su chapa
copera para hacerse con el 16to trofeo internacional. Luego de una final
inolvidable y una tanda de penales para el infarto, el Rey de Copas alzaba la
Copa Sudamericana.
Como pasa el tiempo, Rojo. Cuanta agua corrió bajo el puente
desde aquel 8 de diciembre del 2010. Aquella noche, Independiente hizo las
pases con su historia para volver a festejar un título internacional después de
15 años.
La historia comenzó allá lejos, cuando el equipo entonces
dirigido por Daniel Garnero enfrentó a Argentinos Juniors, campeón del
Clausura. En la ida fue 1 a 0 a favor del Rojo, con un gol de Leonel Galeano,
en Avellaneda.
En la Paternal fue empate 1 a 1 y clasificación asegurada.
Néstor Ortigoza marcó para Argentinos y Leandro Gracián puso la paridad. Por
los Octavos de Final hubo que viajar hasta Uruguay. En el Centenario fue
triunfo 1 a 0 para Defensor Sporting, con un gol en contra de Leandro Gracián.
En el banco visitante estuvieron Ricardo Pavoni y Francisco Sá como interinos.
En la vuelta, ya con Antonio Mohamed en el banco, fue victoria para el Rojo 4 a
2.
Andrés Silvera, Hernán Fredes, Nicolás Cabrera y Nicolás
Martínez, con un cabezazo sobre el final del partido, anotaron los goles. El
clásico y la Copa, le encargaron a Mohamed y parecía encaminado. Después de
vencer a Racing, en el torneo domestico, hubo que viajar a Colombia para
enfrentar al Deportes Tolima. En Ibagué fue 2 a 2, con goles de Silvera y
Julián Velázquez. En Avellaneda, en un Cilindro teñido de Rojo, fue empate sin
goles.
En semis tocó Liga de Quito y hasta los 2.800 metros de
altura fue Independiente. El 3 a 0 de los locales parecía definir la serie,
pero el Rojo empezó a mostrar que la cosa iba en serio. Silvera primero y Lucas
Mareque, con un gol de antología al ángulo, encendieron la esperanza que ardió
en el Libertadores. 2 a 1, con goles de Facundo “Max” Parra y Fredes, el Rey
llegó hasta la final en la que esperaba el Goiás.
Equipo ignoto el rival, pero que venía de eliminar a
Palmeiras como visitante. En Brasil fue caída 2 a 0. Como si eso fuese poco,
Silvera vio la tarjeta roja y quedó automáticamente afuera del partido
definitorio. En Argentina tampoco fue sencillo. Los brasileños llegaron a
Buenos Aires con el afán de mantener la ventaja y hasta consiguieron algún que
otro adepto en los aledaños.
El triunfo 3 a 1, con goles del Avispa, de Parra y unas
cuantas salvadas de Hilario Navarro, estiró el partido hasta los penales. A
Felipe le temblaron las piernas y estrelló su remate en el palo. Ya en la
madrugada, el definitivo estuvo a cargo de Eduardo Tuzzio, que cargó sobre su
pie derecho el aliento de más de 5 millones de almas para volver a festejar
después de 15 años. ¡Salud Campeón!
Fuente Infierno Rojo

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