Parece irrisorio, pero a Independiente le cuesta aguantar en
los minutos finales de cada tiempo. Ya sea cuando gana como cuando empata, el
Rojo flojea sobre el cierre de cada mitad de los partidos y es propenso a
recibir goles. De esta manera, al equipo se le hace cuesta arriba cada cotejo.
El Rey de Copas recibió diez tantos agónicos con ocho
rivales distintos. Entre esos adversarios entran Vélez, Talleres (recibió dos
en el primer tiempo y otro en el segundo), Racing, Guabirá, Atlético Tucumán,
Bahía, Huracán y Montevideo City Torque. Es decir, con todos ellos el más
grande no supo aguantar.
Sin embargo, el dato no termina ahí. De los diez tantos,
cinco fueron de cabeza, la gran debilidad de la defensa de Independiente, y
otros tres fueron de penal. El Fortín, los bolivianos, el Decano, los
brasileños y el Globo supieron aprovechar la vía aérea para doblegar al Diablo,
mientras que la T, la Academia y los uruguayos aprovecharon la oportunidad
desde los doce pasos. Vale destacar que, contra el elenco brasileño, tuvo un
penal en contra sobre el final, pero lo atajó Sebastián Sosa.
Lo que se puede analizar, entonces, es que la línea del
fondo se pone más nerviosa cuando está por finalizar la primera parte o la
segunda, y entonces salen más a la luz los errores conceptuales. En esos
momentos, el adversario empieza a explotar la vía aérea para tratar de llegar
al gol, y entonces la defensa queda mal parada. Y si la jugada es por abajo,
alguno es propenso a cometer alguna infracción que derive en la pena máxima.
Ahora se viene el partido con Estudiantes por los Cuartos de
Final de la Copa de la Liga, donde estos errores se pagarán caros si se llegan
a cometer. En la semana, el cuerpo técnico deberá prestar atención a estas
cuestiones, y tratar de corregirlas contra el Pincha. El equipo sufrió mucho
para clasificar, a no echar a perder el esfuerzo por los mismos errores de
siempre.
Fuente Infierno Rojo
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