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Los delanteros fueron de los más perjudicados por el
funcionamiento de los once que estuvieron en la cancha frente a Lanús. Sin
interacciones, ni peligro. No hubo un volante de creación. Todo esto llevó a
que la defensa del Granate juegue libre y sin complicación alguna. Pero no se
puede seguir dependiendo de la Joya, quién es un futbolista que no puede salir
nunca y debe ser acompañado por un buen equipo. Algo que no sucedió.
Es una lástima que, en un momento muy interesante, Alan
Velasco no fuera respaldado como debe ser, por un plantel de buen
funcionamiento y lo dejen tan solo. Cuando lo rodeas de buena manera y le das
juego, el chico marca la diferencia.
Sin embargo, la Joya agarraba la pelota detrás de la línea
de mitad de cancha y debía recorrer todo el campo solo. Obviamente, iba a
perder contra 3 o 4 jugadores de Lanús que lo encerraban. Sumando que en el
segundo tiempo, Falcioni lo saca e ingresa en su lugar Messiniti. Cambio que no
puede ocurrir nunca, salvo que fuera por lesión.
Es un funcionamiento inviable que no da lugar a que la
figura explote. Esto quedó en evidencia en el primer tiempo. Cuando, desde un
lateral en tres cuartos, que se la dieron a Velasco casi fue gol de
Independiente.
Lamentablemente, es el único futbolista que puede generar
algo en este Independiente sin ideas. Pero solo no puede. Hay que rodearlo de
futbolistas con buen pie y con creación pura. Es una pena que se esté perdiendo
el tiempo y desaprovechando a una de las gran apariciones que tuvo el fútbol
argentino en este último tiempo.
Fuente Infierno Rojo
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