Son días convulsionados en Independiente. La derrota caló
hondo y desnudó la falta de variantes en el plantel, propulsada por una
dirigencia que pareciera estar durmiendo la siesta cada vez que un DT necesita
refuerzos. De esta manera, el Rojo sigue a la deriva.
Para colmo, y como si fuera poco, los resultados revivieron
viejos fantasmas que se creían lejanos en Avellaneda. La última temporada había
sido mala para el Rey de Copas, y la actual arrancó con una derrota. Si bien en
esta temporada no habrá descensos, hoy el Diablo tiene solo 32 puntos, y está a
diez de Huracán que marcha en el puesto 23. Esto teniendo en cuenta, claro
está, que Sarmiento y Platense están últimos, y ninguno de los dos divide.
Si la Liga decidiera que solo bajen cuatro equipos, esa
sería la situación, pero si llegaran a ser seis, el más grande hoy está a nueve
unidades de Patronato. En otras palabras, dependiendo de la decisión de los
organizadores de los torneos argentinos, Independiente puede estar a nueve o
diez puntos de volver a bajar de categoría.
La situación no es alarmante en cuanto a los puntos, pero si
teniendo en cuenta el presente. El Rojo no consigue formar un equipo sólido que
logre buenos resultados con regularidad, y desde la Comisión Directiva tampoco
hay respuesta. Mientras tanto, los Moyano siguen pensando que solo con Javier
Cantero puede descender Independiente, y por el bien del club, esperemos que
así sea…
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