Desde que se inventó el Rojo la jugó cuatro veces y sólo la
pudo alzar en una oportunidad. ¡Reviví cada final!
Independiente es sinónimo de mística a nivel internacional y
tiene una gran efectividad en finales en Sudamérica. Con decir que disputó 7
finales de Copa Libertadores y ganó las 7, alcanza. Sin embargo, en la Recopa
no tuvo tanta suerte. En dicho certamen, que arrancó en un enfrentamiento entre
el campeón de la Libertadores con el de la Supercopa y actualmente es con el de
la Sudamericana, el Orgullo Nacional pudo salir triunfante una sola vez y cayó
en otras tres ocasiones.
Comenzó en 1989 y la primera vez que la jugó el Orgullo
Nacional, fue en 1995, contra el Vélez Sarsfield de Carlos Bianchi.
Independiente venía de ganar la Supercopa frente a Boca en 1994, mientras que
el Fortín había hecho lo propio en la Libertadores frente al temible Sao Paulo.
Los entonces dirigidos por Miguel Brindisi derrotaron 1-0 a los de Liniers en
Tokio, con gol de José Serrizuela y se alzaron con la Recopa.
Al año siguiente, en 1996, tocó contra Gremio también en
Japón. El Diablo había logrado el Maracanazo en la Supercopa de 1995 frente a
Flamengo, y el Tricolor había derrotado a Atlético Nacional para alzarse con la
Copa Libertadores. En la Recopa, jugada en Köbe, la diferencia entre ambos
equipos fue abismal: Los brasileños golearon 4-1 a los entonces dirigidos por
Gregorio Pérez, que apenas lograron igualar el encuentro transitoriamente por
medio de Jorge Burruchaga.
Otra más, la Recopa de 2011, frente a Internacional. Otra
vez el rival fue un conjunto brasileño, que un año atrás le había ganado la
Libertadores a Chivas de Guadalajara, mientras el Rojo había logrado la
Sudamericana frente a Goiás. Con el formato actual, Independiente derrotó a los
de Porto Alegre en Avellaneda por 2-1 con tantos de Maximiliano Velázquez y
Marco Pérez, pero en Brasil cayó 3-1 y también fue Velázquez quién marcó el
transitorio 2-1 en contra para el Rey de Copas.
Por último, muy recordada por la extrema paridad -aunque
Independiente jugó los dos partidos con 10 hombres-, la serie contra Gremio de
Brasil. En la ida fue empate 1-1, con gol de Fernando Gaibor de tiro libre y
expulsión de Emmanuel Gigliotti a instancias del VAR. En la vuelta, a pesar de
que el VAR también sacó a Fernando Amorebieta, el Rojo lo supo aguantar y hasta
tuvo situaciones clarísimas para llevarle el trofeo. Finalmente el 0-0 decretó
penales y en la tanda fue Martín Benítez quien erró, dándole el trofeo a los
Gaúchos.
Fuente Infierno Rojo
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