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martes, 29 de enero de 2019

Las claves del empate ante Talleres




Por Mauro Cunto

Independiente igualó ante Talleres en el reestreno del campeonato en el estadio Libertadores de América. Pudo ganar tranquilamente, pero otra vez dejó puntos en el camino. En InfiernoRojo analizamos las claves del empate.

Pronta apertura del marcador: El Rojo, como es habitual, arrancó el partido con una clara vocación ofensiva. Tan es así, que a tan solo 10′ de partido, en una linda jugada forzó un penal que Silvio Romero transformó en gol. Fundamental.

Dificultades para concretar: El equipo de Ariel Holan siguió con la línea ofensiva y la idea de buscar al rival todo lo que pudo. Tuvo varias, algunas más claras y otras menos. Pero siempre se le dificultó la definición. Sin dudas, la clave de los puntos en el camino, porque si se convertía el segundo era partido liquidado.

Mediocampo desbalanceado: Con la salida del debutante Pablo Pérez siendo reemplazado por Braian Romero, el mediocampo de Independiente quedó desbalanceado. Porque Nicolás Domingo quedó solo para manejar el medio, teniendo en cuenta que Pablo Hernández todavía le cuesta mucho la marca, y al mismo tiempo no es eficiente en la tenencia de la pelota dando la mayoría de sus pases para atrás. Así fue que creció Talleres.

La costosa equivocación de siempre: Con Talleres con la iniciativa pero aún sin preocupar al Rojo, solo había una manera de que llegue el gol: con el error propio. Ya es un hartazgo perder puntos por los errores propios, ya sea perdiendo pelotas claves, o entregando mal a los compañeros o dejando pases cortos atrás. En la jugada del empate hubo un poco de todo: se pierde el balón con el fondo desprotegido, y de yapa, Fabricio Bustos hace un blooper recibiéndola en el área en lugar de rechazar y le deja el arco servido a Sebastián Palacios. 1 a 1.

Sin recambio: Luego del empate, otra vez la necesidad de ir a buscar el triunfo. Con poca energía el equipo algo abatido, Ariel Holan no confió en sus suplentes para ayudar a revertir la situación sino hasta los 42 minutos, momento en que ingresa Fernando Gaibor, un futbolista que con sus características de juego inteligente pero pausado y poco vertiginoso, difícilmente sea la llave del gol en tan poco tiempo. Clave, porque se podía meter el segundo si se contaba con más chances.


Fuente Infierno Rojo

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