(Foto: Maxi Failla)
Lucas Pusineri se refirió a la situación que viven algunos
futbolistas que son resistidos por los hinchas del Rojo y pidió un poco más de
paciencia.
Esto de ser técnico desde casa es bastante complicado”.
Lucas Pusineri ya no sabe qué hacer para matar el tiempo.
Encerrado en su hogar de Cardales por la cuarentena, el
entrenador de Independiente se entrena junto a su esposa, Romina, juega al
fútbol en el jardín con sus hijos, Ciro y Roque, coordina las prácticas
individuales del plantel a través de la aplicación Zoom y se interna durante
varias horas frente a su computadora para observar y analizar partidos viejos.
“Cuando volvamos a trabajar todos juntos vamos a precisar
hacer varias veces dobles turnos para poder retomar el ritmo de la alta competencia”,
avisó el DT en diálogo con La Visera.
Pusineri no quiere dejar ningún detalle librado al azar y ya
está inmiscuido en el armado del próximo plantel. En definitiva, intenta
aprovechar el tiempo para planificar el futuro desde la lucidez que le aporta
una mirada un poco más distante que invita a la reflexión. Sus charlas con
Jorge Burruchaga son tan habituales como prolongadas. El manager lleva varios
días analizando todos los contratos para definir junto al entrenador cuál será
la política de refuerzos y salidas en el próximo mercado de pases. “Tengo el
registro de los contratos que se vencen y de los jugadores que van a regresar.
Se evaluará el rendimiento de varios integrantes del plantel. No es conveniente
tener superpoblación, eso nunca es bueno”, remarcó el técnico.
Y avisó que la prioridad será salir a buscar un atacante:
“Silvio Romero y Leandro Fernández son los dos únicos
jugadores que tenemos en la delantera. En Reserva no hay ninguno que pueda
cumplir con la posibilidad de alzar la vara”.
El entrenador sabe que deberá lidiar con un marco hostil.
Los márgenes de paciencia del público se reducen a medida que se prolonga la
sequía de títulos en el ámbito local. El último campeonato del Rojo fue el
Apertura 2002, cuando aún jugaba Pusineri. Y el técnico sabe que hay
futbolistas que han sido castigados por el público.
“Ningún jugador mejora si lo insultan”, avisó. El mensaje
que les transmitió a los fanáticos fue un pedido de tolerancia. El Rojo aún es
un equipo en construcción. Se trata de un conjunto que se está armando,
amoldándose a una nueva idea. Y en ese proceso es indispensable que la gente
acompañe. Pusineri tiene claro que posee espaldas para reclamar paciencia. Y es
por eso que no dudó en hacerlo. Incluso se animó a citar dos ejemplos del
pasado:
“Tuve compañeros como Carlos Matheu y Germán Denis, que eran
muy reprobados por la gente y, en base a buenos rendimientos demostraron todo
lo que eran, se ganaron el afecto de los hinchas y pudieron revertir su
situación. No es fácil, pero ellos son el ejemplo de que se puede lograr. Tenemos
que estar todos juntos”.
Más allá del pedido a los hinchas, el técnico considera que
los jugadores apuntados deberán mostrar personalidad para dar vuelta la
historia.
“Hoy tenemos un caso muy marcado como el de Cecilio
Domínguez y estará en él la decisión de marcar un quiebre con lo que le está
pasando”, dijo. Quien quiera oír que oiga.
"Espero que me conceda el gusto de dirigirlo"
Nunca pierde la oportunidad de dedicarle un párrafo. Cada
vez que hace declaraciones, Lucas Pusineri se encarga de dejar en claro que
anhela el regreso de Sergio Agüero. El técnico conserva una amistad con el Kun,
con quien compartió plantel en Independiente. Fue en ese momento cuando nació
una relación muy estrecha que perdura. Mientras Pusi hacía el curso de
entrenador, viajó a Inglaterra para charlar con el Ingeniero Pellegrini y el
delantero lo hospedó en su casa.
“Siempre le digo que vuelva. No hay mejor gestión que
aquella en la que uno forma parte. El ‘no’ ya lo tenemos desde hace varios
años. Él sigue allá por la posibilidad de estar en el máximo nivel y de seguir
en la mira de la Selección. Espero que me conceda el gusto de dirigirlo”,
comentó el técnico. Agüero tiene contrato en el Manchester City hasta el 30 de
junio de 2021 y su regreso parece ser imposible en el corto plazo.
“Cuando se dieron sus inicios yo trataba de cuidarlo y
aconsejarlo y nos une un cariño muy especial”, comentó Pusineri, quien conserva
la ilusión de repatriar en algún momento al crack.
Fuente Olé

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