Por Augusto Fraschina
El colombiano aceptó que la pasó mal en la era Beccacece.
¡Mirá!
Andrés Roa fue otro de los refuerzos que llegó en la era de
Sebastián Beccacece y al que ese DT prácticamente no le dio continuidad. A raíz
de no jugar, al colombiano no le parecía una mala idea buscar fútbol en otro
lado, pero la llegada de Lucas Pusineri cambió totalmente su realidad.
“Fue difícil al principio porque no tuve mucha continuidad.
En diciembre pensé en buscar un nuevo aire. Vine con mucha ilusión y ganas,
pero se estaba tornando complicada la situación. Llegó Lucas Pusineri y ahora
tengo más oportunidades que las vengo aprovechando”, deslizó el volante con
respecto a su continuidad.
En la misma línea, el jugador de 26 años explicó porque
quiso irse:
”No sé si yo era lo que la idea de Sebastián Beccacece
buscaba. Recién dos partidos antes de irse me puso como titular y después llegó
Fernando Berón con su idea, pero tuve una pequeña lesión. Tenía la cabeza
gastada de tanto esperar y no poder jugar, me acuerdo de que en ese momento
contaba todos los partidos desde que llegué: fueron diez y en ninguno había
sido titular. Era muy difícil. Por eso pensé en irme”.
Al momento de detallar las razones por las cuales decidió
quedarse, comentó:
”No sabía si iba a tener continuidad o no con Pusineri, pero
por lo menos vi que en su idea de juego yo podía entrar porque era diferente al
4-3-3 que proponía Beccacece. Yo seguía a Pusineri en Deportivo Cali y sabía
que si hacía las cosas bien iba a tener oportunidades”.
En diálogo con Clarín, el exfutbolista de Huracán no dio
certezas al responder si el conocimiento que tiene Pusineri del fútbol
colombiano fue vital en su presente:
”Eso lo respondería más claro él. Conmigo tuvo una
conversación en la que me dijo lo que quería y lo que no quería de mí y lo que
podría potenciar de mi juego. Eso me ayudó para agarrar confianza y seguir
peleándola. Quizá su paso por Colombia sí me ayudó”.
“Puede que sea un partido que te dé la oportunidad de
demostrarlo. Pero las veces que me tocaba entrar siempre estábamos perdiendo.
Era difícil porque nunca podía jugar cuando el equipo estaba tranquilo; siempre
con el resultado adverso”, opinó el nacido en Sabanalarga, quien admitió que no
era fácil jugar con un clima inhóspito.
Respecto a su actualidad, Roa se mostró feliz por su
presente:
”Estoy contento y con mucha confianza. Me siento bien por
estar jugando, cuando uno juega disfruta y se siente feliz”.
Fuente Infierno Rojo

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