(Foto: Prensa Independiente)
Por Favio Verona
Hubo acuerdo de palabra y Pablo rescindiría este jueves su
contrato para irse a Newells. El jugador resignará dinero, pero Independiente
igual deberá abonarle una fortuna.
Sabe que los dirigentes no lo quieren. Tiene claro que Lucas
Pusineri no puso el grito en el cielo para tratar de retenerlo. Convive con la
certeza de que muchos hinchas ya le soltaron la mano. Y es por eso que, de no
ocurrir nada extraño, se irá de Independiente. Este jueves al mediodía, Pablo
Pérez firmaría la rescisión de su contrato para irse a Newell’s. El vínculo del
volante mixto es hasta el 30 de junio del año que viene.
“Va a seguir”, había
comentado el secretario general del club, Héctor Maldonado. Todo parece indicar
que sus palabras quedarán en la nada. Esta tarde, los dirigentes se reunieron
con Jorge Bilicich, representante del futbolista. Y luego tuvieron una larga
charla con Pérez. Si bien el Rojo deberá abonarle una suma muy importante, el
jugador bajó un poco sus pretensiones. La dirigencia le ofreció un plan de pagos
para financiar la desvinculación en 18 cuotas y hubo acuerdo de palabra. Si no
surgen imponderables, hoy quedará rubricado el resarcimiento.
Independiente mantenía una deuda salarial con el futbolista.
Y además aún le tiene que pagar a Boca 600.000 dólares del millón que costó su
pase a principios de 2019. Desprenderse de Pérez le costará muy caro al club.
Nadie quiso hacer público el monto. Y si bien el jugador resignaría dinero, en
Avellaneda reconocieron que el monto es importante. En Independiente son varios
los que consideran que retenerlo implicaría pagar un precio aún más alto. En el
vestuario son muchos los que no lo ven cómodo.
“¿Por qué no estás donde querés estar?”, le preguntó
Pusineri en uno de sus primeros entrenamientos al frente del plantel. Si hay
algo que desvela al técnico es precisamente el hecho de contar con un grupo que
esté integrado por jugadores que tengan ganas de permanecer en la institución.
Pérez es respetado en el grupo, aunque su expulsión en el
partido frente a Boca (0-0) agotó la paciencia de Hugo Moyano. Al presidente de
la institución le llegaron comentarios de que se trata de un líder negativo.
“Seguramente no va a seguir”, había manifestado el miércoles
de la semana pasada. Las diferencias económicas parecían imposibilitar la
partida del futbolista, quien finalmente decidió ceder bastante. Nicolás
Domingo, Nicolás Figal y Francisco Pizzini fueron los otros que partieron. Y
con sus salidas el Rojo se ahorrará alrededor de 3.000.000 de dólares anuales
en salarios.
Fuente Olé


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