Pablo Pérez en el entrenamiento de Independiente
Por Favio Verona
El volante continuará en Independiente porque el club no
podía abonarle la rescisión. Los dirigentes intentarán que pueda jugar contra
Racing.
Parecía no haber vuelta atrás. En el club prácticamente
todos auguraban que la historia estaba juzgada después de las palabras que Hugo
Moyano disparó el miércoles:
“Seguramente Pablo Pérez no va a seguir en Independiente”.
La bronca que desató la expulsión del jugador contra Boca
(0-0) había sido tal que el presidente de Independiente estaba convencido de
que lo mejor era echarlo. La temperatura bajó y algunos dirigentes se tomaron
un tiempo para reflexionar. Entre esos directivos se encuentra Héctor Maldonado,
secretario general de la institución y mano derecha de Hugo.
Notaron en el futbolista un sincero arrepentimiento por lo
sucedido. Y todo pegó un giro tan drástico que ahora ya es seguro: no le van a
rescindir el contrato.
¿Qué fue lo que modificó el panorama? En primer lugar Jorge
Bilicich, representante del jugador, había prometido que iba a traer dos
ofertas de clubes de España.
“Por el límite salarial que pone la Liga, no se va a poder
hacer”, comentó el agente.
La chance de irse a Newell's también quedó descartada ya que
la Lepra no está en condiciones de abonar ni el 30% del salario que el jugador
percibe en el Rojo. Las opciones empezaron a caerse.
Sin embargo, el motivo principal que podría atarlo a
Independiente es otro. El jueves, los dirigentes habían llegado a un acuerdo de
palabra con el jugador en relación al monto que iban a tener que abonarle para
efectuar su desvinculación.
Quienes conducen los destinos de la institución se
comprometieron a tratar de conseguir ese dinero, aunque la determinación le
cayó muy mal al plantel.
El club está atrasado en el pago de los sueldos, premios y
bonus por trayectoria de muchos futbolistas que hicieron trascender su
malestar.
En definitiva, pagarle a Pérez una gran suma de dinero al
contado y no estar al día con el plantel se tornaba un despropósito.
En ese contexto, se decidió que continúe para evitar un mal
mayor. La posibilidad de abonarle la rescisión en cuotas quedó desechada este
viernes.
¿Qué posibilidad hay de que Pérez se vaya del Rojo antes de
junio de este año? Que llegue una oferta de los mercados que no están cerrados.
Podría ser Brasil, o algún país de Europa del Este. Pero por ahora no hay nada.
Otra realidad Hugo Moyano quedó preso de sus palabras.
Los dirigentes intentarán que juegue el clásico del domingo
9 de febrero ante Racing. El Tribunal de Disciplina le aplicó una sanción
provisoria y no podrá estar este sábado ante Central. Si le dan más de una
fecha, Independiente pedirá que el volante pueda estar ante la Academia y que
cumpla la suspensión luego del Preolímpico que está disputando la selección
Argentina Sub 23, ya que el Rojo tiene afectado a Gastón Togni.
Fuente Olé
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