Promediando el segundo tiempo, Ariel Holan entendió que su
equipo no estaba en el partido y decidió meter tres modificaciones juntas, para
encontrar una evolución que no llegó.
“Los cambios juntos se debieron a que vi que no estábamos en
el partido. No tuvimos la frescura de otros partidos”, explicó Ariel Holan una
vez consumada la derrota ante Lanús. Es que a los 62 minutos de partido, el DT
de Independiente pegó un zarpazo y mandó a la cancha a Martín Benítez, Ezequiel
Cerutti y Francisco Silva.
El entrenador notó que el Rojo estaba perdiendo los duelos
en la mitad de la cancha y sacó conjuntamente a Nicolás Domingo, Fernando
Gaibor y Silvio Romero.
El volantazo fue a tiempo, porque quedaba media hora para mejorar en la creación de juego y dominio de la pelota, pero el aire que buscó el Profesor nunca apareció.
El volantazo fue a tiempo, porque quedaba media hora para mejorar en la creación de juego y dominio de la pelota, pero el aire que buscó el Profesor nunca apareció.
Ni los que salieron, ni los que entraron pudieron entregarle
a Holan lo que estaba buscando y lo que preparó durante 15 días. Excepto
Gonzalo Verón, todos tuvieron su chance para demostrar rebeldía, pero se
toparon contra un Lanús más veloz y más metido, en cada punto del campo de
juego.
El Pocho no logró encarar en ninguna oportunidad, Benítez no
pudo hacerse cargo de la creación de ataques punzantes y el chileno Silva se
encontró con un mediocampo rival muy enchufado.
Fuente Infierno Rojo
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