Por Aldana Valdez
Faryd Mondragón, histórico en el arco del conjunto rojo de
Avellaneda, pasó por los micrófonos de ‘Late Independiente’ y se permitió
analizar lo que dejó la derrota ante Libertad en la ida de la semifinal de la
Copa Sudamericana, el presente del equipo de Ariel Holan, rememoró viejas
épocas en el club y, además, soltó: “Si se llega a una final y es en
Barranquilla, prometo ir”.
“Para mí Tacuara (Cardozo) bajó la pelota con la mano,
aunque de todas maneras fue difícil porque fue un gol muy tempranero. Realmente
fue una lástima no haber podido marcar de visitante porque Independiente lo
venía haciendo y eso terminó siendo siempre una fortaleza. De todas maneras,
pienso que es un resultado totalmente remontable, más aún considerando el apoyo
y, fundamentalmente, por el fútbol que viene desempeñando el equipo
especialmente en calidad de local. Tenemos la posibilidad de darlo vuelta.
Habrá que tener muchísimo cuidado con el gol de visitante, pero tengo mucha fe
y estoy muy confiado por Ariel (Holan) y por el plantel. Cada vez que hay un
encuentro por copa se palpita un ambiente único en la cancha”, analizó en el
inicio de la entrevista.
Asimismo, prosiguió: “Cuando yo llegué a Independiente,
nunca había salido campeón, es claro que llegué de muy joven, pero lo primero
que pensé cuando arribé fue que había llegado al club ideal para poder hacerme
de mi primer título y fue así a los seis meses. El ambiente era extraordinario
y diferente. Cuando se juega un partido por copa en la noche se respira un aire
completamente distinto y único”.
Y se permitió recordar aún un poco más: “Aquel partido
frente a River fue muy recordado por todos. Habíamos empatado el primer partido
por 2 a 2, después de comenzar perdiendo por 2 a 0 en el primer tiempo, y
después, en ocho minutos lo dimos vuelta y lo logramos empatar. Y luego nos
tocó ir a la cancha de ellos, con un estadio que estaba totalmente abarrotado.
Y la gente de Independiente llenó el sector que estaba asignado para el
visitante. Al tiempo, con diez hombres logramos aguantar el partido y, de no
haber sido por dos o tres atajadas brillantes de Burgos (Germán), el encuentro
lo podríamos haber ganado en los 90 minutos. Fuimos a los penales y lo primero
que le dije a los muchachos fue lo mismo que les había dicho anteriormente, que
se quedaran tranquilos porque yo, como mínimo, atajaría uno. El del ‘Burrito’
Ortega no lo atajé porque dio en el palo, pero el de Gaby Amato sí. Y lo
nuestro fue una locura”.
Además, el histórico en el arco del Rojo, Mondragón,
vaticinó a futuro y, para el caso de que el conjunto de Avellaneda llegase a la
final, él aseguró: “Si llega a ser en Barranquilla, den por seguro que estaré
en el estadio viendo el partido. Hay muchos hinchas de América de Cali que son
hinchas de Independiente. Aunque voy a confesar algo: Mi mayor ilusión sería
poder ir a la final en Buenos Aires y poder saludar a los hinchas tal y como me
lo han prometido desde el club. Desde que me fui nunca pude volver. El año pasado
se me iba a hacer un reconocimiento con esta Comisión Directiva y finalmente no
pude viajar por razones familiares. Pero para mí sería un sueño poder hacerlo”.
Y completó: “Algún día tendré que volver a la cancha y podré
despedirme de la gente porque es algo que tengo pendiente como hincha, como
parte de mi historia en el fútbol y también como ser humano”.
Por otra parte, ante la consulta de si le gustaría ser el
manager de la institución, Faryd sentenció: “Si, de Independiente sí”. Y
continuó: “Actualmente estoy trabajando en la televisión porque lo cierto es
que no me interesa dirigir en Colombia, más que nada porque no veo proyectos a
largo plazo sino que todo es para lo inmediato. No me parece que tenga una
cierta coherencia. Disfruto de lo que hago actualmente, pero también siempre he
dicho que hay clubes a los que a uno le resultaría imposible decirles que no y
en esa lista está el Rojo”.
Para culminar su diálogo, Mondragón dejó en claro que “no
iría a Racing”. Y cerró: “Independiente es un club al que le debo mucho, tiene
un lugar importante en mi corazón y también en mi carrera. Es así de sencillo;
no es por demagogia, tampoco por vender humo. Simplemente es porque pasé cinco
años maravillosos y aprendí muchísimo”.
Fuente De la Cuna al Infierno
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