Por Lucas Campos
Mi abuelo Héctor era un hombre de camisa abierta y pelo en
pecho. Y siempre que el tema Independiente salía a la cancha de una mesa de
domingo, explicaba las razones del fútbol y sus particularidades. Siempre le
encontró razonamiento a toda pregunta que salía de mi boca. Hasta que le
pregunté porque casi siempre derrotábamos a Racing. Y me dijo:
– Primero te
quiero aclarar que somos rivales de barrio. Pero nada de pelearse pibe,
¿Escuchaste? Porque el fobal es demasiado lindo como para hacer enemigos. A la
Academia le ganamos Porque sí.
De camisa abierta y pelo en pecho como los once jugadores
Rojos que salieron caminando en un Cilindro colmado de Racinguistas que
esperaban por una victoria. No sé porque razón, pero aquella noche me tocó
estar ahí. Sentado en la butaca 232. Nervioso y fumando cigarillos hasta la
sequía de mis labios que degustaban como Tagliafico daba 3 pasos pa´delante y
le levantaba las manos a los 50 mil vecinos. El Rojo elevó las manos a un cielo
que iba a ser testigo de una noche inolvidable.
Pero no quiero repetir la película vivida. No quiero decir
que Fernández la guapeó, se la llevó, y de zurda la clavó sobre el palo
izquierdo del arquero y salió a bailar en pleno Presidente Perón. No quiero
explicar que nos quedamos con uno menos con la expulsión de Moreira, ni que
sufrí y transpiré como un condenado a prisión, cuando la pelota de Martínez
reventó el palo izquierdo y cuando Albil entró a suplantar al desgarrado pibe
Rehak.
Solo quiero contar, como lo hacía mi abuelo, que hay 24 razones
sobre la victoria, y son las siguientes:
Porque somos guapos para una jornada y dignos de un team muy
valiente.
Porque en medio de un gran combate, flameará nuestra
bandera.
Porque la historia te dice quien sos.
Porque las cábalas dan resultado.
Porque Amorebieta decidió ser caudillo.
Porque el azar decidió que la pelota reviente el palo.
Porque el Licha no estuvo preciso..
Porque al fútbol también se gana con huevos.
Porque el fútbol siempre te da revancha.
Porque somos el más ganador del continente.
Porque la suerte, esta vez, se vistió de colorado.
Porque Holan creyó en quienes consideramos suplentes.
Porque Racing no jugó bien.
Porque Pastoriza nos enseño a jugar con hombres de menos.
Porque decían que éramos menos.
Porque las vitrinas están llenas de trofeos serios.
Porque Fernández la guapeó como loco.
Porque Rehak se recibió de hombre.
Porque Tagliafico anticipó hasta el resultado.
Porque Todos se abrazaron en la previa y juraron darlo todo.
Porque Asís le pegó una patada en el culo al miedo.
Porqué salimos caminando y levantamos las manos.
Por la camiseta.
Porque sí.
Fuente De la Cuna al Infierno
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