Por Adrián Maladesky
Partido con Libertad. Para Ariel Holan, tiene más valor que
el clásico.
Es la semana más difícil para Holan en casi un año en su
amado Independiente. La primera semifinal ante Libertad no resultó según lo
planeado pero le dejó una ventana abierta para buscar el pasaje a la final.
Antes, está Racing. Un escollo en el peor momento.
Sabe Holan que los hinchas le piden, además de la
Sudamericana que desean con ansiedad luego de años de abstinencia, al menos no
perder el clásico. Y que casi todos juzgarán los hechos consumados enarbolando
una solución mejor. El famoso diario del lunes. Y sabe que él tiene que tomar
una decisión, porque Independiente no tiene dos equipos titulares, ni siquiera
uno y medio. Entonces, el sábado, seguramente enfrentará a los de Cocca,
envalentonados y mejorados tras el triunfo ante Boca, con uno de esos llamados
"mix" que estaría más cerca de un equipo suplente.
El riesgo es alto. Una derrota con Racing deja huellas
profundas, lo vivió Gabriel Milito un año atrás, por ejemplo. En este caso, si
el martes revierte el resultado ante Libertad, las heridas podrán quedar
disimuladas. ¿Pero si esto no sucede? Si llega a este partido golpeado por
Racing tres días antes, el Libertadores de América será una caldera de
pronóstico reservado. Una especie de referéndum a la gestión del técnico. Sería
injusto, pero posible. El hincha no racionaliza tanto como para entender que
tal vez se llegó más lejos de lo que el plantel daba.
Dijo Holan en la noche de Asunción: "Primero hay que
ver cómo vamos a recuperar a los jugadores. No son máquinas y estos partidos
son de gran carga emocional y fricción. Voy a ver cómo están, voy a hablar con
ellos y vamos a tratar de presentar el sábado el equipo más competitivo, a la
altura de Independiente, pero no tenemos que perder de vista que el martes
vamos a tener el partido más importante de los últimos diez o siete años de
Independiente. Entonces tenemos que ser fríos y pensar racionalmente y no
emocionalmente".
Casi un editorial del técnico rojo. Poner a mayoría de
titulares ante Racing, una medida más demagógica que razonable, parece
descartado porque el objetivo mayor es la Sudamericana y la realidad indica que
sería dar demasiada ventaja a los paraguayos. Entonces hay que asumir el
riesgo. Algo que Gallardo hizo muchas veces en los últimos años, con éxito, a
excepción de este año. Forma parte de las funciones del entrenador. Elegir los
jugadores, elegir los momentos, elegir las prioridades.
Ya para el martes, el dilema de Holan será cómo hacerle al
menos un gol a un Libertad que se ha especializado en cerrar el arco. Chocarán
una defensa que se enorgullece de su fama de impenetrable contra una delantera
que se avergüenza de su ineficacia en la definición. Tendrá que pensar muy bien
quién será el “9” y si vale encerrarlo entre Alcaraz y Paulo Silva buscando
alguna chance de las pocas que estos centrales ofrecen en el aérea. En eso está
Holan en estas horas. Tratando de encontrar las respuestas que no lo lleven a
un posterior arrepentimiento.
Fuente Clarín
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