El foco local

Por Andres Morando

Será una mera cuestión de ahorros? ¿Se trata de un plazo fijo a 30 días a nombre de Leandro Fernández?

Mirá, amigo Diablo, si nuestro mejor delantero se acerca a cualquier sucursal de banco el 21 y el 28/11, se arrima a la caja y le garpan por sus goles históricos, lo de ayer habrá sido más admisible.

Es que el mendocino desperdició dos tan claritas en el barrio Alberdi (una en cada tiempo) que nos hizo morder los labios y reflexionar: resulta que este muchacho te clava un golazo como ante Atlético Tucumán por la Copa o el cabezazo en Asunción también por la Sudamericana y después te deja a gamba como ayer y no entendés nada.

¿O sí? ¿Será que nuestros muchachos están con la mente fija en Libertad? ¿Será que se perdió de vista el foco local? 

Ni una cosa ni la otra. Hay un equipo desdoblado y una idea madre que se mantiene inalterable. En la cancha de Belgrano se vio a una formación inédita, que intentó respetar la bocha pero que no lo logró y todo se cristalizó en un partido flojo. De todos modos, ahí desfilaron el remate en el travesaño de Moreira, los tiros de Benítez (metele misionero, que te necesitamos); ¡gracias Jonás! (uf...) y el cabezazo de Albertengo con el reloj a punto de sonar sobre el final.

¿Y por qué nos vamos a mentir? Tanto vos como yo sabemos que el ADN Rojo marca que si llegamos a una semifinal de Copa internacional, no hay mayor desvelo que imaginar, entrever a nuestro equipo, primero en el Defensores del Chaco, después en un Libertadores extasiado, tan repleto como pocos pueden jactarse de semejante fiesta. Tan propia de un bicampeón mundial. Pero ojo: nosotros bien sabemos que nuestra historia comenzó en Avellaneda, que primero debimos hacernos fuertes en casa. 

Y es aquí, justamente, de donde no debemos ausentarnos. Hasta aquí, 3 G 3 E 2 P, o sea el 50 por ciento de los puntos. 

A la vista, en dos semanas, un clásico con los de Núñez. En casa, les ganamos los últimos dos y pretendemos continuar la racha. A no perder el foco local. ¡Vamos muchachos!

Fuente Olé