El Rojo, que precisa levantar tras dos derrotas
consecutivas, visita a Godoy Cruz. El técnico aprovechó los últimos días para
corregir muchos errores.
Por Favio Verona
Pero circunscribir las falencias del Rojo a cuestiones
físicas sería caer en una mirada reduccionista. En la semana el técnico observó
videos de los últimos dos partidos ante Lanús (0-1) y Atlético (1-2) y tomó
apuntes acerca de algunas deficiencias que desnudó su equipo. Cuando pierde la
pelota, el Rojo suele defender con tres hombres. Domingo se mete en los centrales
en posición de líbero, mientras que Franco y Tagliafico ofician de stoppers.
Los laterales, Jonás Gutiérrez y Sánchez Miño, pasan más de lo que vuelven.
Como Independiente juega además con extremos poco confiables en el retroceso,
los rivales disponen de una zona que queda al descubierto y, ante cada
recuperación quedan mano a mano con los defensores. En ocasiones, incluso
atacan en superioridad numérica. El ingreso del Torito Rodríguez por Domínguez
responde a la idea de aportar mayor contención. Y hubo otro error que se
reiteró: los volantes suelen ejercer presión sobre quien lleva la pelota, pero
no sobre potenciales receptores. El Rojo debe corregir para aprobar el examen.
Fuente Olé
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