Holan busca enseñarles a sus jugadores el camino hacia el
éxito y para eso les abrió las puertas a las glorias. Si querés hacer historia
debés estar cerca de quienes ya la hicieron, dice el entrenador.
El Bocha, Pavoni, Holan, Santoro y Pérez: todos por el Rojo.
Por Favio Verona y Fabián Rodriguez
Se siente como un chico en Disney. Ariel Holan desborda de
alegría. Sonríe incrédulo cuando escucha las chicanas que se disparan Ricardo
Bochini, Ricardo Pavoni, Miguel Ángel Santoro y Osvaldo Pérez. Todos ellos
superan la barrera de los 60 años, pero cuando se juntan parecen transportarse
hacia su juventud: se cargan como cuando tenían 20 y vestían pantalones cortos.
El sol del mediodía anuncia la inminente llegada de la primavera en Villa
Domínico.“Yo tengo tiempo hasta las 15”, avisa el Chivo. “Las notas no duran
tres horas. Cómo se nota que hace rato no te hacen una”, arremete, entre risas,
el Japonés Pérez. El técnico de Independiente los disfrutó como hincha y, desde
que asumió en el Rojo, decidió abrirles las puertas. Es habitual ver a los
jugadores históricos presenciando los entrenamientos, entrando al vestuario,
almorzando con el plantel y conversando con los jugadores.
-¿Cómo surgió esta relación con el técnico de la Primera?
Pavoni: Soy muy amigo de Ariel desde el 2006. Cuando asumió
como técnico retomé la relación, que es muy fuerte. Ahí se fue integrando toda
la banda: Pepé Santoro, el Bocha, el Japonés y Pancho Sa.
Bochini: Es lindo que Ariel se haya acordado de nosotros y
que nos deje venir a los entrenamientos, a las concentraciones, entrar al
vestuario. Con otros técnicos, que habían sido compañeros nuestros, no tuvimos
esta relación. Y es algo que estábamos esperando. Me llena de satisfacción que
los jugadores se acerquen a hablar con nosotros. Además me siento identificado
con su propuesta. Se está volviendo a las fuentes.
Pérez: Es una caricia que nunca habíamos tenido. Ariel se
nos acercó para fomentar el diálogo y nos invitó a aportar ideas. Trabajo en
las Inferiores y él se interioriza constantemente sobre lo que hay abajo.
Santoro: Ariel es distinto a los demás. Parece un compañero
nuestro de toda la vida. Sabe escuchar y eso le va a permitir incorporar.
Holan: Ellos son los ídolos de mi infancia y juventud. Hicieron
que, en su momento, Independiente fuese más conocido en el mundo que la
Selección. Que el club vuelva a reconocer a quienes nos hicieron grandes es un
primer paso inexorable. Los futbolistas y yo debemos aprender de ellos. El Pato
Pastoriza decía que el club debía ser una familia. El desafío de Independiente
es volver a ser una familia. Porque las divisiones nos llevaron a la debacle.
Ellos conocen la institución más que nadie. Si querés hacer historia tenés que
estar cerca de los que ya la hicieron.
-¿Cómo es la convivencia con chicos tan jóvenes?
Pavoni: Al principio ellos quizá desconfiaban un poco, pero
hoy la relación es bárbara. Las charlas son cada vez más espontáneas.
Santoro: Los jugadores nos piden consejos. Y Ariel nos da
libertad para hablarles.
Bochini: Eso es lo que me gusta de este plantel, los
jugadores son humildes. Yo gané muchas cosas y nunca me creí superior a nadie.
Hoy los jugadores van por ese camino y antes no era tan así. Los futbolistas
creen en Holan y por eso se están matando en la cancha.
Pérez: Algunos técnicos no confían en su capacidad y se
encierran porque tienen temor. No es casualidad que el club haya vuelto a tener
jugadores de Selección.
Pavoni: Ariel me ha permitido estar en charlas técnicas. El
les da libertades a los jugadores, los pone en donde se sienten cómodos. Pero
lo primero que le inculcó a este plantel es personalidad. “Si arrancás solo,
llegás solo. Si vas acompañado, podés lograr muchas más cosas”, les suele
decir. El no quiere un caudillo, sino 11 líderes. Con uno solo no lográs nada.
-Ariel, ¿vos les sugerís a los jugadores que se acerquen a
hablar con ellos?
Holan: A los chicos les muestro videos para que vean cómo
jugaban los grandes equipos de Independiente. Ese es el fútbol que queremos. Y
a los históricos a veces les pido que hablen con los futbolistas que hoy juegan
en sus puestos. Me gusta fomentar la relación, pero no forzarla. Hoy los
jugadores tienen todo a su alcance, cuentan con muchas herramientas, pero están
solos en un entorno complicado.
-A los históricos, ¿les gustaría jugar en un equipo de
Holan?
Pavoni: -Sí, obviamente.
Bochini: A mi también. Conozco mucho al hincha. La gente
recuperó la esperanza. Antes cualquier equipo nos faltaba el respeto, hoy no.
Santoro: Caímos muy bajo y ahora vamos por el buen camino.
Holan sembró esperanza y se siente que algo importante va a pasar.
Pavoni: Los silbidos no se apagaron por casualidad. La gente
se siente identificada. Antes de la llegada de Ariel el ambiente en la cancha
era un desastre.
Holan: Todos ellos han sido elegidos: ganaron todo. Yo,
humildemente, quiero seguir el legado. Me conformo con poder ayudar a los
chicos a que vean cuál es el camino de la gloria para que puedan retomar ese
sendero. Ellos dejaron momentos inolvidables en mi corazón. Me gustaría que mi
nieto sepa lo que es Independiente. Ojalá podamos sembrar la semilla.
Fuente Olé
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