Aunque una inminente “foto de familia” mostrará a todos los
actores sonrientes y unidos, la renovada Asociación del Fútbol Argentino tiene
ganadores indiscutidos
Por Cherquis Bialo
(Nicolás Stulberg)
Aunque en la inminente "foto de familia" se vea a
todos los actores sonrientes y unidos, la nueva AFA tiene sus grandes
vencedores.
Comencemos por el Gobierno. Ha impuesto con su enfática
injerencia casi todos los ítems aspiracionales. Logró deshacerse del contrato
de Fútbol para Todos pagando el menor costo resarcitorio posible: 350 millones
de pesos. Y un distracto que lo deja exento de toda litis futura.
No es todo. Ahora y por cinco años, los derechos
audiovisuales estarán a cargo de la empresa más próxima a sus afectos: la
sociedad Turner-Fox con la producción a cargo de Torneos. Importante y esperado
doblete a favor del Gobierno.
Además, también es uno de los vencedores porque finalmente
la AFA admitió por unanimidad la Superliga. Y si bien es cierto que deseaba
también la admisión de las Sociedades Anónimas, debió resignarse a excluirla de
sus objetivos tentativos. Seguramente volverá por ella en pocos meses. Será o
por la consideración de las nuevas autoridades de la AFA o por algún camino
parlamentario con envase de ley.
Para el presidente Mauricio Macri, la Sociedades Anónimas en
el fútbol son una vieja aspiración planteada en 1998 y rechazada por 41 votos
sobre 42.
Para el Ejecutivo, el trabajo de Fernando Marín –Director
del Programa Fútbol para Todos- fue encomiable. Logró todo lo que le pidieron
en tiempo récord. Por cierto que Fernando de Andreis, Secretario General de la
Presidencia, fue su principal soporte. Nunca dejó de estar sobre el tema y
participar en persona de las innumerables reuniones con los dirigentes de AFA.
Algunas de ellas fueron cordiales, otras controversiales y también las hubo
ríspidas.
Cuando Macri le exigio telefónicamente a Gianni Infantino
que la FIFA intervenga a la AFA sin sancionarla deportivamente, estaba reivindicando
su frustrado proyecto de un nuevo orden.
Daniel Angelici también es uno de los vencedores. La AFA no
pudo llevar a cabo la elección de autoridades el 30 de Junio de 2016. Un pedido
de la Jueza Servini a la Secretaria General de Gobierno impulsó la inmediata
intervención de la Inspección General de Justicia. Por entonces, los candidatos
eran Claudio Tapia, Hugo Moyano, Nicolas Russo, Armando Pérez y Marcelo
Tinelli, quien se bajo 48 horas antes de la intervención. Ninguno de ellos
aplicaba para el Gobierno.
Es cierto que a Daniel Angelici le sorprendió la designación
de Armando Pérez como Presidente de la Junta Interventora. Y acaso mucho más
que Javier Medin sea el vicepresidente. El abogado Medin es integrante de una
lista opositora a la de Angelici en la política interna de Boca. Resulta fácil
suponer que el Gobierno operó la situación de la AFA por dos ramales
diferentes. Por un lado con De Andreis-Marín y por el otro con Angelici.
(Nicolás Stulberg)
Los primeros habrían de ocuparse de las cuestiones
instrumentales del distracto de Fútbol para Todos, la traumática situación
administrativa y los pagos consecuentes. Daniel Angelici, en cambio, llevaría
adelante los vínculos personales con los dirigentes del fútbol y el tramado político
emergente hasta encontrar el camino de la concordancia.
Lograr una lista única, un presidente democráticamente
elegido, una Superliga, reiniciar la institucionalidad , haber reformulado el
Estatuto y la Asamblea cumpliendo con la FIFA y nombrarse vicepresidente 1° de
la AFA, le dan a Daniel Angelici una cuota del éxito. Es uno de los vencedores.
Claudio Tapia, el nuevo presidente de la AFA es el principal
vencedor. Mantuvo siempre alineada a su "tropa". Y supo además
aceptar el juego político del ceder y hasta abdicar posiciones para llegar
hasta el sillón presidencial. Les tendió la mano a sus adversarios aún sin
creerles demasiado.
Tapia sabía que Macri hubiera preferido a otro candidato.
Alguien de la Primera División. Lo buscaron y no lo hallaron. Y los que se
ofrecieron voluntariamente, carecieron de un mínimo consenso. Cualquiera de
ellos hubiera perdido en las urnas contra Chiqui. Sin embargo, el presidente
virtual de la AFA evitó esa enorme satisfacción con tal de que nadie salga
herido o derrotado. Su actitud conciliadora puede leerse como un mensaje de
doble interpretación. Tolerar todo para llegar a ser presidente y después de
serlo que los " demás lo toleren a él"…
(Télam)
Pablo Toviggino es otro de los grandes vencedores. Aceptó
ser el Tesorero de la Junta Interventora. Al ver que su rol era subestimado por
los demás miembros nombrados por el Gobierno Nacional y la Conmebol, como en el
caso de Carolina Cristinziano, los denunció. Su enorme mérito es haber
sostenido con acciones de fina estrategia al importante bloque del Interior.
Este joven dirigente santiagueño siempre tuvo claro que la
alianza con el Ascenso asegurarían 21 votos de una Asamblea reformulada de 43
sufragantes. El eje con Tapia fue indestructible. Para ello hubo que viajar por
todo el país, mantener reuniones, organizar foros, adecuarse a marchas y
contramarchas, sobreponerse a muchas presiones, discutir con los enviados de la
FIFA y de la Conmebol que querían imponer un máximo de 18 asambleístas del
Ascenso más el Interior, y pelear hasta por quién sería el encargado de evaluar
la idoneidad del candidato.
También Daniel Ferreiro puede considerarse un vencedor. Su
categoría, la B Nacional, le respondió y hasta llegó a un paro –el primero-
ante las promesas incumplidas de la Junta Interventora. Además, el contenido de
sus tuits, contundentes y filosos, no reflejaban una posición personal; para el
lector de entrelineas había allí una clara posición política del bloque. Tal
frontalidad y coraje suelen tener consecuencias individuales, pues generalmente
se convierte en pieza de negociación con la parte atacada.
Por cierto que Daniel Degano de la B Nacional, Francisco
Javier Marín de la Primera B, Adrian Zaffaroni de la C y Dante Majori de la D
también son vencedores. Llevaron con destreza a cada una de sus categorías en
esa lucha contra la cual el tiempo siempre conspira. Ellos vienen desde antes
del 38-38 -del 3 de Diciembre de 2015- peleando por la reivindicación de sus
divisiones. El contexto en que se daba esta dinámica situación los unió para
que estas diferentes categorías del Ascenso tuvieran asegurado un lugar en el
primer Comité Ejecutivo de 14 sillas. Había un solo proyecto y trabajaron para
consolidarlo políticamente. Era lo que los colegas de cada una de las
categorías esperaban de ellos.
Y en apenas unos días más estaremos frente a un fenómeno
impensado. El Ascenso y el Interior, que en el antiguo Comité Ejecutivo –el de
Grondona– tenía una representatividad del 29.6 por ciento con 8 representantes
entre 28 miembros, hoy tendrá el 50 por ciento, pues ha logrado en la discusión
del nuevo Estatuto 7 lugares entre los 14 miembros.
Todo lo contrario a lo que querían la Junta Interventora, la
Conmebol y la FIFA. Y, por si fuera poco, recordemos que el Presidente también
pertenece al Ascenso. A priori este hecho –no es el único– obliga cuanto menos
a respetar a Chiqui Tapia. Y a quienes como Pablo Toviggino y un conjunto de
dirigentes, armaron la ingeniería que condujo a éste final.
Y por ultimo, entre los vencedores están los miembros del
Tribunal de Disciplina de la AFA. Este cuerpo independiente siempre fue un
recurso para aquellos que quisieran manifestar sus reclamos, protestas o
denuncias. Es así que produjo tres fallos en contra de la Junta Interventora,
enviándole, como corresponde toda su actuación a la FIFA.
El Tribunal de Disciplina de la AFA, cuyo presidente es el
Escribano Fernando Mitjans, siempre fue el ámbito contenedor y probo al cual
recurrieron los dirigentes en representación de unas instituciones irrespetadas
–como el propio Tribunal – por una intervención tan avasallante como soberbia.
Fuente Play Fútbol
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