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viernes, 12 de junio de 2015

Agüero, el elegido.





Por Eduardo Verona

Después de actuaciones decepcionantes en el último Mundial de Brasil, Sergio Agüero vuelve a tener la posibilidad de construir una gran sociedad futbolística con Messi, en el arranque de la Copa América. Detrás del Kun, están en lista de espera Higuaín y Tevez, tampoco protagonistas de grandes producciones en el ámbito de la Selección.

¿Cómo funcionó la sociedad Messi-Agüero durante el Mundial de Brasil? Directamente no funcionó. Agüero llegó al Mundial con una condición física agarrada con alfileres. Y nunca logró recuperarse. No conquistó ningún gol y tampoco dio pases gol.

   ¿Cómo funcionó la sociedad Messi-Higuaín durante el Mundial de Brasil? Directamente no funcionó. Higuaín arribó al Mundial en claras desventajas físicas, similares a las de Agüero. Anotó un solo gol (a Bélgica), malogró una posibilidad inmejorable en el primer tiempo ante Alemania quedando mano a mano con el arquero Neuer y resolviendo pésimo y mostró una imagen de delantero totalmente desangelado y ausente.

   ¿Cómo funcionó la sociedad Messi-Tevez durante todos los partidos que compartieron en la Selección a partir de 2006, con eliminatorias, Mundial de Alemania y Sudáfrica incluidos, Copa América de 2007 y partidos amistosos? Si quedó en claro algo, es que, en general, no la rompieron. Potencialmente, la dupla estaba para calificar con 8 o 9 puntos. En la cancha, muchísimo menos. En especial, Tevez.

   Las evidencias son incontrastables: ni Agüero, ni Higuaín ni Tevez, se convirtieron decididamente en los compinches futboleros ideales de Messi. Nadie se robó ese protagonismo. Por eso alternan. Y por eso sigue en primer plano una pregunta que el ambiente del fútbol argentino no deja de formularse desde hace varios años: ¿quién debe ser el acompañante de Messi?

   Hoy, el técnico de la Selección nacional, Gerardo Martino, elegiría para el debut de Argentina frente a Paraguay por la Copa América, al Kun Agüero. Messi ya adelantó que llega a la Copa mejor que en el Mundial. Agüero parece que también. Higuaín lo mismo. Y Tevez llega mucho mejor a esta Copa que a la última que disputó con la camiseta de la Selección en el 2011 en la Argentina, cuando a su figura le sobraban por lo menos 4 o 5 kilos. Y su relación con Messi estaba teñida de nubarrones.

   ¿Por qué todo indica que Martino se quedará con Agüero para el arranque de la competencia? Por los 3 goles que convirtió el Kun a Bolivia. Si los hacía Higuaín arrancaba Higuaín. Si los hubiera hecho Tevez (por esas horas estaba en Berlín, después de jugar la final de la Champions entre Barcelona-Juventus) arrancaba Tevez.

   Que Agüero y Messi conservan una amistad de  vieja data que empezó en el 2005, no inclina ni inclinó ninguna balanza. Es cierto que Agüero siempre pareció ser la segunda guitarra que Messi precisaba para tocar y descargar al pie o al espacio. Como lo fue el Gordo Coutinho con el Negro Pelé en aquel Santos maravilloso de la década del 60. O como lo insinuó el Pelado Díaz con Maradona cuando el Flaco Menotti (los bautizó Coutinho y Pelé y ambos se identificaron con esos nombres propios y así se llamaban) los juntó por primera vez en el Sudamericano de Uruguay en enero de 1979 y después en Tokio se consagraron campeones del mundo juveniles el 7 de septiembre también del 79, con un equipo espectacular e inolvidable.

   Pelé y Coutinho alumbraron la pareja ideal de todos los tiempos. La descosieron e inmortalizaron la perfección a la hora de tirar paredes en toda la cancha y en todos los partidos. El Pelado y Diego amenazaron con escribir esas mismas sinfonías. Pero en el Mundial de España 82, el sueño terminó. Argentina flaqueó frente a una Italia violenta dirigida por Enzo Bearzot y un Brasil brillante conducido por Telé Santana y el Pelado y Diego nunca más jugaron juntos.

   A 33 años de aquella pequeña sociedad frustrada entre Díaz y Maradona, el Tata Martino, seguramente ahora debe ilusionarse con el tándem Messi-Agüero. Una doble punta que antes del Mundial de Brasil ya había dejado algunas señales que cualquiera que frecuente el fútbol se habrá imaginado.

   En los papeles el que más le cierra a Messi es Agüero. ¿Por qué? Por su juego. Por las características de su juego. De tocar y salir. De entrar y salir de la jugada. De asociarse. De encontrarse. Higuaín va más a la última jugada. A la terminación. Es un hombre de área que sabe salir del área. Pero su foco está en el área. Tevez es más generoso en el despliegue. Más voluntarioso para luchar por la pelota. Pero no cultiva tanto la prolijidad como Agüero. Hasta su gambeta es más sucia. Porque entre otras cosas, si tiene que proponer un fútbol de fricción y empuje, lo hace. Y lo hace muy bien. Agüero, no.

   El Kun suele salir más limpio del uno contra uno. Es más claro y preciso para devolver a un toque. O para frenar y volver a arrancar casi sobre el mismo freno. O para meter una pared donde no se adivinan los espacios. Es lo que Menotti denominaría el talento complementario de Messi, como lo supo ser Coutinho de Pelé hace medio siglo.
   Ese talento complementario vuelve a probarse ante Paraguay en la ciudad chilena de La Serena. Para juntarse con Messi. Para construir lo que no se terminó de construir. Y que naufragó en Brasil 2014. Ahora, Agüero tiene otra chance. Y se lo ve mucho más entero físicamente que hace un año, cuando lo doblegaron las lesiones.

   Las palabras y las hipótesis siempre se terminan con la pelota en movimiento. Mientras tanto, Higuaín y Tevez están en lista de espera. Si siguen esperando o saltan a la cancha, depende de Agüero.

Del fútbol de Agüero.   



Fuente Diario Popular

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