Por Rodrigo Tamagni
Verón lo liquidó cuando se fue de Estudiantes por su falta
de "llegada" al jugador. En un caso insólito, acá la gente le colgó
banderas antes de que sea el elegido sin ningún historial que avale el rechazo.
No fue el bendecido por el pueblo, pero hay que unir las fuerzas para revertir
la historia y reconstruir al club
Más allá de sus trabajos anteriores, lo hecho por Mauricio
Pellegrino en Independiente hasta aquí podemos evaluarlo a través de sus
declaraciones. Un ítem no menor, si se tiene en cuenta que las palabras
seducen, en muchas ocasiones, al mismo nivel que los hechos. Ante esa
aclaración, hay algo de lo que no tenemos dudas: éste no es un entrenador
carismático, comprador, esos que entran por el oído y hacen temblar las fibras
más futboleras.
No tiene la clásica picardía que genera en el hincha el
encantamiento cual serpiente en una cesta de mimbre. Tampoco fue políticamente
correcto a la hora de declarar buscando tocarle el corazón al hincha. Habló de
la historia como algo bien lejano. Respetar el ADN ganador, pero adecuándose a
la realidad estratégica que nos domina ("Es muy importante transmitir esos
valores –sobre la historia ganadora–, pero nos tenemos que adaptar a la realidad
que tenemos y de dónde vine Independiente", avisó).
Dio el paso previo a lo que, según creemos desde este
espacio, será una controversia grande durante su estadía que se desatará entre
el paladar negro de algún sector de la hinchada y el afán por ganar "cómo
sea", sin importar el estilo. Si sucede, no podemos decir que traicionó o
mintió.
Como apoyo de este análisis, no queda más que reflejar la
conferencia de prensa del Presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón,
cuando Pellegrino ya se había ido, a pesar de conclusiones positivas
(especialmente en productos satisfactorios surgidos de inferiores y asentados
en Primera). "Hay que admitir que no le llegó al jugador. No escuché
ninguna autocrítica de Pellegrino", afiló el hacha la 'Bruja', luego de
cortarle la cabeza.
Resulta sorprendente que en la previa, sin un historial que
apoye la medida o una circunstancia que le dé la derecha, un sector del público
(¿politizado?) llegó a colgar una bandera para expresarse en contra de su
posible arribo. ¡Inédito!
Podemos estar de acuerdo o en contra con su llegada por su
filosofía de juego (desde este espacio ya habíamos reflejado nuestra
disconformidad), pero desde el mismo momento en que puso la firma hay que
apoyar el proyecto, aunque esté lejos de ser una elección nacional y tenga una
llegada popular. Un club destruido intenta ponerse de pie y la mejor forma es
apoyando la elección, aunque creamos a priori que no es la acertada.
Especialmente, ante los intereses ajenos, y lógicos de cada hincha de otro
club, de que el "Rojo" siga barranca abajo.
Celebramos el arribo de Pellegrino, su seriedad para
trabajar y su carrera. Criticaremos con el mayor respeto posible las elecciones
que nos parezcan perjudiciales para el club, elogiaremos cada acierto.
En medio de un mercado de pases que tiene pinta de
desinflarse como todos (arrancamos con José Sosa el primer día y ya estamos
empezando a perfilar la búsqueda para el 4 de Sportivo Patria de Formosa que
trabaja en un frigorífico), ahí debe ponerse firme el técnico y dar el primer
paso acertado: jerarquía o nada. Basta de relleno.
Fuente Play Fútbol
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